viernes, 5 de abril de 2019

ENTREGA DE UN MANTO CON LA CRUZ CONSTANTINIANA A LA VIRGEN DEL PILAR Y OFRENDA FLORAL ANTE EL SEPULCRO DEL PRIMER DUQUE DE MONTEMAR.

Como continuación al breve resumen que en la entrada de este blog correspondiente al pasado día 30 de marzo, hicimos sobre las Jornadas Nacionales de la Real Comisión para España de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge (V Jornadas de Formación) celebradas en Zaragoza durante los días 23 y 24  de marzo de 2019, queremos con la entrada de hoy centrarnos únicamente en dos de los actos que se desarrollaron dentro del marco de las mismas: la entrega de un manto a la Virgen del Pilar y la ofrenda floral realizada ante el sepulcro del primer duque de Montemar.
Don Pedro de Borbón-Dos Sicilias,  duque de Calabria y gran maestre de esta órden de caballería, ofreció en nombre de la Órden Constantiniana, un manto a Nuestra Señora la Virgen del Pilar. El manto, bordado con la cruz constantiniana sobre seda blanca adamascada, le fue impuesto a la imagen de la Virgen en una ceremonia que contó con la presencia del Cabildo de la Basílica.
El duque de Calabria frente a la imagen de Ntra.Sra. del Pilar. (imagen http://ordenconstantiniana.org)
La tradición de los mantos se remonta a 1504 donde se cubría con ellos la imagen prácticamente entera. No sería hasta el siglo XVIII cuando los mismos empezaron a colocarse como en la actualidad, a ras con la parte superior de la columna sujetos con una pieza de plata.
Durante esta ceremonia, el gran maestre pronunció unas palabras, tras las cuales  veneró la sagrada imagen y besó el pilar dónde la bienaventurada Virgen María se apareció en carne mortal al apóstol Santiago, tal y como cuenta la tradición.
La ofrenda floral  ante el sepulcro del I duque de Montemar, situada en la capilla de San Joaquín, en el interior de la  Basílica del Pilar, también se celebró durante la mañana del día 24. Este mausoleo que contiene los restos de don José Francisco Carrillo de Albornoz y Montiel Esquivel y Guzmán, fue inaugurado el 26 de junio de 1765 y mandado a construir por Carlos III, queriendo recompensar de esta forma alguna de las victorias militares del duque, como la de Orán o  la de Bitonto frente a los alemanes, por la que devolvió el reino de las Dos Sicilias a España.
El monumento consiste principalmente en un obelisco sobre un pedestal conteniendo el epitafio y en dos figuras alegóricas que flanquean el catafalco que está colocado sobre triunfos militares. Estas figuras, esculpidas en mármol, simbolizan a la justicia y al valor.
Monumento funerario del duque de Montemar.
Don José Francisco Carrillo de Albornoz y Montiel Esquivel y Guzmán, III conde de Montemar , I duque de Bitonto y I duque de Montemar, fue uno de los más destacados generales y hombres de Estado del setecientos español. Sirvió a la Corona de España en la Guerra de Sucesión, y protagonizó las exitosas campañas de Orán (1732) y de Italia (1733-1734) como general en jefe. En este última empresa su habilidad como estratega y arrojo marcial le valió la victoria de Bitonto, que supuso la conquista del reino de Nápoles. De nuevo al mando de los ejércitos españoles en Italia en ocasión de la Guerra de Sucesión Austríaca (1741-1742), cayó en desgracia y fue relevado de sus cargos y honores. Muerto en 1747 sin haber sido rehabilitado, al llegar al trono español Carlos III, procedente de Nápoles, se preocupó de erigirle la monumental sepultura de la que hemos hablado, en este templo zaragozano.

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Publicado por La Mesa de los Notables.