José Luis Sampedro
Escolar.
Numerario Decano de la RAMHG
El fallecimiento y
las exequias de Su Majestad Constantino II, Rey de los helenos, da pie para
formular algunas reflexiones históricas y recordar ciertos datos de su
biografía. Hijo de Pablo I de Grecia, aún Príncipe Heredero, y de Federica de
Hannover, Constantino nació en Psykhikó, cerca de Atenas, el 2 de junio de
1940; subió al trono el 6 de marzo de 1964, a la muerte de su padre, y el 16 de
septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio con una prima lejana, la
Princesa Ana María de Dinamarca.
El 21 de abril de
1967 una junta militar tomó el poder por la fuerza, culminando un proceso
tendente a frenar el ascenso de la izquierda griega, lo que hubiera
desembocado, según todos los indicios, en la salida de Grecia de la Alianza
Atlántica. No ha de olvidarse que en aquellas fechas la URSS aún dominaba
férreamente el Pacto de Varsovia, particularmente en Bulgaria y Rumanía
(fronterizas con el reino griego), que el partido comunista griego se mantuvo
fiel al estalinismo muchos años después de la desaparición de este sanguinario
dirigente y que el socialismo griego abandonó el leninismo más tarde que sus
homólogos europeos. La aceptación de la dictadura militar, en un principio, por
parte del monarca supuso el rechazo de la sociedad constitucionalista griega y el
de la Europa democrática, hasta el extremo de que, en junio de ese año, la
presencia de Constantino fue vetada por el Gobierno de Copenhague en la boda de
la que después sería la Reina Margarita II, y los Reyes daneses Federico e
Ingrid no pudieron asistir, el 29 de ese mismo mes, al bautismo del primogénito
varón, el Príncipe Pablo, apadrinado por las Fuerzas Armadas griegas y por la
Reina Federica, a la que se consideró responsable de la anómala situación
institucional.
La situación
internacional, latentes la crisis de Chipre y la Guerra de los Seis Días,
explica que el Presidente estadounidense Johnson (con quien Constantino se
entrevistó personalmente en otoño) mantuviera su apoyo al régimen militar de
Atenas, que garantizaba el alineamiento de la península griega con la OTAN en
el corazón del Mediterráneo. Pese a ello, el 13 de diciembre de 1967,
Constantino encabezó un contragolpe militar para desalojar del poder a los
coroneles, acción frustrada de raíz, por lo que la Familia Real y el Primer
Ministro Kollias se vieron obligados a abandonar su Patria, refugiándose en un
primer momento en la residencia de sus primos los Príncipes de Hesse en Roma,
pasando después a Dinamarca y, finalmente, al Reino Unido.
En 1968 se promulgó
una constitución monárquica con un gobierno actuando de regente hasta que
Constantino aceptara el régimen dictatorial. En mayo de 1973 hubo un intento de golpe monárquico de la
Armada, sin apoyo expreso de Constantino, y el 1 de junio Papadopoulos proclamó
la república, refrendada por un plebiscito sin garantías el 29 de julio. En
noviembre, un nuevo golpe militar nombró Presidente al general Gizikis.
Karamanlis que triunfó en las elecciones de noviembre de 1974 encabezando su
partido Nueva Democracia, celebrándose inmediatamente otro referéndum sobre la república y la
monarquía, a la que se discriminó notablemente, pues se prohibió al Rey hacer
campaña personal en Grecia, obteniendo únicamente el 31 % de los sufragios.
Las relaciones
posteriores del Rey con los poderes republicanos fueron difíciles y Constantino
II no regresó a la Patria hasta 1981, por unas horas, con motivo de las
exequias de su madre, la Reina Federica. Tras reclamársele los impuestos
adeudados desde 1967 por sus propiedades en suelo griego, en 1992 el monarca cedió parte de sus bienes a fundaciones no
lucrativas a cambio de la propiedad de Tatoi y autorización para recuperar y
exportar bienes muebles propiedad de su familia, pero en 1993 Constantino
volvió a su Patria con su familia y el gobierno prácticamente lo expulsó y, en
1994, se incautó de sus bienes, negándole pasaporte griego si no adoptaba un
apellido, lo que significaba, en la práctica, retirarle la nacionalidad griega,
por lo que el Rey demandó al gobierno griego ante la Corte Europea de Derechos
Humanos, reclamando un pasaporte griego, y 550 millones de euros por la
incautación de sus bienes, obteniendo 4 millones de euros pero se desestimó su
demanda en lo referente al apellido. Hasta 1994, su pasaporte griego lo
denominaba Constantino, antiguo Rey de los Helenos, y, desde 1999, en su
pasaporte danés (pues nació también Príncipe de Dinamarca), como Constantino de
Grecia., mientras que el Comité Olímpico Internacional se refiere a su persona
como Su Majestad el Rey Constantino. En diciembre de 2004, Constantino y Ana
María visitaron al Presidente Stephanopoulos en el antiguo Palacio Real de
Atenas y, desde 2013, residieron en Porto Jeli, instalándose posteriormente en
Atenas, debido a la cercanía de los hospitales helenos, dado su delicado estado
de salud.
La boda de la
Princesa Sofía, hermana mayor de Constantino, en 1962, con el Príncipe de
Asturias, Don Juan Carlos, en 1962, estrechó las relaciones del monarca ahora
desaparecido con la Familia Real de España, cristalizadas en la concesión del Toisón
de Oro por el Conde de Barcelona en 1964, aunque diferentes circunstancias
posteriores difuminaron estos lazos.
Además de haber sido soberano de las órdenes griegas del Salvador, de
los Santos Jorge y Constantino, del Fénix y de Jorge I, y ostentar la insignia
del Centenario de la Dinastía griega, el extinto Rey era miembro de las órdenes
de la Anunciación y de la de los Santos Mauricio y Lázaro y de la de la Corona
de Italia (de los Saboya) de la Casa de Chakri, de Tailandia, del Elefante y
del Dannebrog, de Dinamarca, de la Orden de los Serafines, Collar de la Orden
del Mérito de la República de Italia, Gran Cruz de la Orden del Nilo, de la
Legión de Honor, del León de Oro de la Casa de Nassau de Luxemburgo, de la de
la Casa de Orange,de los Países Bajos, de San Olav, Gran Cruz del Renacimiento de Jordania, de la
Orden Nacional del León, de Senegal, collar de la Orden del Águila azteca, Gran
Oficial de la de San Carlos, de Mónaco, Gran Cruz de Justicia de la Sacra y
Militar Orden Constantiniana de San Jorge (concedida por el Infante Don Carlos,
Duque de Calabria), comendador de la Legión de la Orden del Mérito, de Estados
Unidos, Medalla del 2.500 aniversario del Imperio persa, etc.
Constantino y Ana
María dejan cinco hijos: el hasta ahora Duque de Esparta y Diadoco (Príncipe
heredero), Pablo, casado en 1995 con Marie-Chantal Miller y padre de cuatro
varones y una princesa; el segundogénito, Nicolás contrajo matrimonio en suelo
griego, la isla de Spetses, con Tatiana Blatnik en 2010, y un tercer varón, Filippos,
casado con Nina Flohr en 2020, más dos hijas, Alexia, con cuatro hijos de su
matrimonio con el español Carlos Morales
Quintana, y Teodora, cuyo compromiso matrimonial con Matthev Kumar, abogado en
Los Ángeles, se anunció en 2018.
El Rey, fallecido en
el hospital privado Hygeia de Atenas el
10 de enero de 2023, ha recibido sepultura junto a sus padres y el resto de los
soberanos de Grecia en el Cementerio Real de Tatói, situado a quince kilómetros al Norte de
Atenas, tras ser expuesto su ataúd, envuelto en la bandera griega y con un
icono religioso, sin corona real, durante unas horas en la iglesia de Agios
Eleftherios, junto a la Catedral ateniense, a donde se trasladó después, con
las insignias de las condecoraciones más relevantes que ostentó (griegas,
danesas, el Toisón de Oro (1) y la
medalla de oro en vela ganada en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960)
rodeándolo, oficiándose el funeral, de carácter privado, aunque contó con la
presencia de numerosos miembros del Gotha, muchos de ellos descendientes de
Victoria I del Reino Unido y de Christian IX de Dinamarca: Margarita II de
Dinamarca, el Príncipe Heredero, Frederik, la Princesa Benedikta, los Príncipes
Joaquín de Dinamarca y Alexandra de Sayn- Wittgenstein-Berleburg, los Reyes
Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, su hermana, la Princesa Cristina, los
Príncipes Haakon, Mette-Marit y Marta Luisa de Noruega, el Gran Duque Enrique
de Luxemburgo y su hermana Margarita de Liechtenstein, los Reyes de los Países
Bajos con la Princesa Beatriz, la Emperatriz Viuda de Irán, Ana, Princesa Real
del Reino Unido, y Sir Timothy Laurence, Alberto II de Mónaco, los Príncipes
herederos de Hannover, los Reyes de los belgas, el Zar de los búlgaros, el
Príncipe Radu de Rumanía, la Gran Duquesa María de Rusia, Alejandro de Servia y
su esposa Katherine, los Margraves Bernardo y Estefanía de Baden, la Reina
Noor, la Princesa Rayah y los Príncipes Hassan y Sarvath de Jordania, Lady
Gabriella Windsor, nieta de Marina de Kent, etc. Para la opinión pública
española conviene reseñar la presencia, junto a la Reina Doña Sofía, del Rey
Don Juan Carlos, los Reyes D. Felipe y Dª. Letizia, y las Infantas Dª. Elena y
Dª. Cristina con todos sus hijos.
La actitud de las
autoridades griegas resulta ruin para los numerosos monárquicos griegos y para
la dignidad que debe acompañar a las exequias de un antiguo Jefe de Estado: en
un principio se anunció la sola presencia de la Ministra de Cultura y Deportes,
Lina Mendoni, (quizás por los méritos olímpicos del finado), añadiéndose
después la del Viceprimer Ministro de la República, Pangagiotis Pikrammenos,
que tampoco es de gran relevancia protocolaria. Además, no se permitió un
cortejo fúnebre por las calles de la capital, siendo un mero sucedáneo el
traslado de los restos de la iglesia de San Eleuterio a la Catedral, sin
honores militares para quien fuera Jefe supremo de las Fuerzas Armadas
helénicas. La bandera griega izada en los mástiles en estas circunstancias
tiene tintes de arrogancia cicatera.
(1)Fallecido
Constantino, el último caballero del Toisón nombrado por el Conde de Barcelona
es Don Juan Carlos I.
Publicado por La Mesa d elos Notables.