jueves, 2 de noviembre de 2023

PRINCIPADO DE ASTURIAS, ALGO MÁS QUE UNA INSTITUCIÓN CONSTITUCIONAL.

 José Carlos Carmona Barroso.

Enrique de Trastámara, hijo del rey Juan I y de Leonor de Aragón, fue proclamado en 1388 como Príncipe de Asturias. Más de 600 años después es proclamada Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón.

Durante el siglo XIV, se juraba lealtad a los usos y costumbres. A pesar de la opinión de algunos, los reyes pre-constitucionales no actuaban de manera absoluta estrictamente, simplemente el aparato jurídico era otro y el concepto de democracia, tal y como la conocemos, no existía, el pueblo participaba a través de las asambleas o las Cortes, en reinos como Castilla o Aragón, y los monarcas se veían mediatizados por las costumbres, los fueros o la religión.
La Monarquía, seis siglos después, se ha adaptado a los tiempos, limitándose a un papel  consultivo y representativo, perviviendo por la estabilidad que aporta a la nación. Estabilidad que da lugar al progreso.
Ni la Corona, ni el Principado de Asturias son un producto de la Constitución del 78 como muchos piensan. Esta norma reconoce realidades previas, como la Nación Española o la Corona, que han estado implícitas en nuestro país a lo largo de toda su historia.

Que la Princesa de Asturias jure la Constitución no es más que  “jurar los usos y costumbres actuales”,  es una manera de comprometerse a respetar “contrapesos” y limitaciones a su poder o influencia, tal y como sus antecesores lo hacían ante los usos y costumbres existentes en sus territorios, a lo largo de su monarquía.

Con esto no quiero restar valor a la Constitución, como marco de convivencia que elegimos mayoritariamente hace 45 años.
Cuando escuchas a tertulianos en las diferentes cadenas de televisión, da la impresión que tanto la Corona como el mismo Principado son productos de las reformas constitucionales del 78, es como si quisieran sembrar la idea de que no había nada antes de la Constitución, desarraigando de una manera consciente, o no, la Corona de la propia historia y génesis de nuestra nación, descafeinando su peso histórico, su larga tradición y su bagaje histórico de siglos.

Fuera como fuese, y si llegado el momento la actual Constitución fuese derogada, o reformada al punto de que se cambiase el sistema político del país, mi lazo como español y monárquico, con  don Felipe, doña Leonor, y con lo que representa la Corona como institución, seguiría igual de vivo que al día de hoy, dos días después de la Jura como heredera de la Corona Española de la titular del Principado de Asturias doña Leonor de Borbón y Ortiz.

Publicado por La Mesa de los Notables.