Los ballesteros del
“Centenar de la Ploma” acompañaban como escolta a la Señera Real, usando como
propio un estandarte blanco cargado con la cruz de San Jorge, y como emblema una
ballesta colocada sobre la cruz. A éstos, con el tiempo, se le sumarían 100 arcabuceros y 100 jinetes,
llegando a ser 300 los efectivos que servían de escolta a la bandera del reino.
Alejandro Riestra Martínez.-/ La Mesa de los Notables.-
Finalizada la conquista de
Valencia, Jaime I de Aragón entra en la ciudad escoltado por cien caballeros con sus petos y mallas cubiertos por una sobrevesta blanca, cargada con la cruz bermeja
de San Jorge en el pecho. Estos caballeros, posiblemente templarios (1), son el
origen del “Centenar de la Ploma” cuyos privilegios
civiles y religiosos como Cofradía de San Jorge fueron confirmados por Juan I
en 1393 y sucesivamente por Juan II en
1470, y Fernando II en 1479.
La composición social de esta
milicia era plural y estaba constituida por 10 caballeros, 30 hombres
procedentes de familias de alto nivel social, 30 de estrato social medio y
otros 30 de las clases más desfavorecidas. Una vez admitidos, en la Casa de la Ballestería, reciben de las manos
de los "los caps de dehena"
las insignias de San Jorge. Durante la Santa Misa y antes de la lectura del
Evangelio juraban fidelidad al rey , cubriéndose con una dalmática de lienzo
blanco cargada en el pecho, y en la espalda, con la cruz de San Jorge. A la
salida del templo se cubrían con un casco tocado con una pluma de garza blanca, adorno
por el que se conocería a esta milicia como "la ploma" (pluma), y al ser
centena, como "el centenar de la ploma".
La milicia formaba en torno a
una bandera blanca cargada con la cruz de San Jorge, como emblema llevaban una
ballesta sobre la cruz y debajo el lema«In te, Domine,
speravi, non confundar».
El Capítulo en la Actualidad.
En recuerdo de aquellos
primigenios caballeros y en base a esos significativos hechos y al posterior bagaje histórico , cultural y militar; en 1982, en el
Monasterio Mercedario de Ntra. Sra. del Puig de Valencia, se constituye esta
Hermandad de Caballeros bajo el nombre de “Insigne Capitul de L´Almoina de
Sant Jordi de Cavallers del Centenar de la Ploma del Reino de Valencia”,
teniendo como fines contribuir al esplendor de los actos en honor de la
Senyera, defender acorde a la ley la
integridad territorial, lingüística, artística y cultural del antiguo reino de Valencia, así como organizar
y promover toda clase de actos que contribuyan al conocimiento de la historia e
idiosincrasia del rico patrimonio que posee la ciudad de Valencia. Fijándose como fin
último, homenajear a sus hijos ilustres.
Para ingresar en el Capítulo el
postulante deberá realizar un juramento de lealtad, recibiendo en ese acto los
símbolos que lo identificarán como
miembro de esta prestigiosa Hermandad de Caballeros, espejo de la sociedad
valenciana.
Gobierna el Capítulo un
“Concell de Caps de Dehena”, recordando a los antiguos capitanes de las compañías que conformaban esta milicia, compuesto por diez miembros presididos por un
lugarteniente general.
Según sus actuales estatutos
podrán ser nombrados vicepresidentes de honor, a propuesta del lugarteniente
general, aquellas altas personalidades civiles y militares que a juicio del
Concell merezcan tal dignidad.
La insignia corporativa es un
collar compuesto por veintiún eslabones, alternados de cruces de San Jorge y de
escudos de Valencia, unidos por la efigie del santo titular del que pende una
cruz de gules fileteada de oro puesta sobre un anillo de azur , con la leyenda
“ in te domine esperavit non confundar”, y puesta en barra sobre el todo una
pluma de plata. También se utiliza una placa de rayos dorados y plateados a
modo de Gran Cruz.
El uniforme corporativo está
compuesto por guerrera de paño blanco cruzada con botones dorados, puños (cargados con la cruz y pluma blanca) y cuello
de paño rojo con vivos dorados, y sobre el pecho la cruz de San Jorge de gules.
Hombreras de metal dorado. Pantalón azul
con galón lateral dorado. Sombrero bicornio negro guarnecido de pluma blanca de
garceta. Cinto dorado , guantes blancos y calcetines y botas negras.
Esta cofradía, dependiente del Centenar de la Ploma, está compuesta por personas que han demostrado méritos suficientes en beneficio de alguno de los objetivos del capítulo, o bien, puedan acreditar ser familiares en primer o segundo grado de uno de los miembros de la corporación. Su símbolo es la Cruz de San Jorge cargada en su centro con el santo lanceando a un dragón.
En sus orígenes, la cofradía, estaba compuesta por 100 hombres y 150 mujeres, que después, durante el reinado de Juan I, se amplió el número a 500 y 600 miembros respectivamente. Sus funciones originales eran caritativas: atendiendo a enfermos, velando difuntos y ayudando a los familiares a superar el amargo trance.
Entre sus funciones también se encontraba el mantenimiento y la custodia de la capilla de San Jaime.
La Confraria de l´Almoina de Sant Jordi.
En sus orígenes, la cofradía, estaba compuesta por 100 hombres y 150 mujeres, que después, durante el reinado de Juan I, se amplió el número a 500 y 600 miembros respectivamente. Sus funciones originales eran caritativas: atendiendo a enfermos, velando difuntos y ayudando a los familiares a superar el amargo trance.
Entre sus funciones también se encontraba el mantenimiento y la custodia de la capilla de San Jaime.
Cruz de la Confraria de l´Amoina de Sant Jordi. |
Esta corporación mantiene un website en: http://www.elcentenardelaploma.com/
(1) Cuando prematuramente murió
el padre de Jaime, Inocencio III eligió en 1214 al caballero templario Guillen
de Montredón como su tutor hasta la mayoría de edad del monarca. Desde este momento y durante toda su vida los templarios
fueron sus consejeros , asesores y compañeros de armas, siguiendo a Jaime en la
conquista tanto de Mallorca como del Reino de Valencia. Los contingentes de
estos caballeros de Cristo fueron el auténtico brazo armado del Conquistador.
En el tema que nos ocupa hay que reseñar
que los freires-guerreros cuando acudían
a la batalla formaban cuerpos de ejército en centurias o sea en “centenares o compañías” y así estructuró, probablemente, a sus templarios el Conquistador
durante la toma de Valencia.
Publicado por La Mesa de los Notables.