jueves, 27 de marzo de 2025

LA ORDEN DE SAN ESTEBAN PAPA Y MÁRTIR DE LA CASA DE MÉDICI.

 Francisco Acedo Fernández.
Auditor de la Diputación Granducal para la Nobleza y Ciudadanía.

El 2 de agosto de de 1537 se produjo la batalla de Montemurlo en la que Cosme de Médici venció a sus enemigos partidarios de la restauración de la República Florentina. Esta victoria llevó al Emperador Carlos V a confirmar a Cosme Duque de Florencia el 30 de septiembre del mismo año, como sucesor del I Duque, Alejandro de Médici. Otro 2 de agosto, pero de 1554 las tropas del Ducado de Florencia vencieron a las de la República de Siena en la batalla de Scannagallo, lo que supuso la anexión de ese territorio lo que daría lugar al nacimiento del Gran Ducado de Toscana. Como parte de su política de consolidación de la Dinastía y del Estado Mediceo, Cosme I quiso instituir una orden de caballería que tuviera como principal objetivo la lucha contra el imperio turco y los piratas del Mediterráneo y que sirviera para unir a la nobleza de las distintas ciudades de Toscana en una causa común y crear una concepción de estado, que fortaleciera sus relaciones con la Iglesia y que diera prestigio a la familia. El santo patrono que se buscó fue San Esteban Papa y Mártir, cuya memoria se celebra el 2 de agosto, fecha de las dos fundamentales batallas de Montemurlo y Scannagallo y el 1 de de octubre de 1561 el Papa Pío IV a través del breve Dilecto Filio erigió la “religión” de la Casa de Médici y le dio la regla de San Benito y como símbolo una cruz octógona de gules. El 1 de febrero de 1562 el mismo Sumo Pontífice a través de la bula His quae pro Religionis Propagatione aprobó los estatutos, que eran similares a los de la Orden de Malta, e instituyó la sucesión del Gran Maestrazgo en los Duques de Florencia (.."COSMUS, quoad vixerit , & de inde pro tempore existens, Florentiæ Dux esse deberet, & certo Militum per ipsum Magistrum pro tempore existentem"). El 15 de marzo del mismo año el Arzobispo Giulio Cornaro, Nuncio en Toscana, invistió en una solemne ceremonia en Pisa a Cosme I, Duque de Florencia y Siena, como Gran Maestre de la Sacra Militar Orden de San Esteban Papa y Mártir.


Los rangos de la orden, después del Gran Maestre, eran el Comendador Mayor, que tenía la función de teniente, el Gran Condestable, a quien se encomendaba el mando de las tropas de desembarco, y el Almirante. Estos dignatarios, de los que dependían los priores y bailíos, junto con algunos caballeros nombrados por el Gran Maestre o el Capítulo General, formaban el Consejo de los Doce que gobernaba la Orden. Los miembros se dividían en tres clases: Mílites o Caballeros de Justicia de entre los que se elegían los Comendadores, Capellanes y Sirvientes, que podían serlo de armas o de oficio. Para ser admitidos como Mílites se debía de hacer probanza nobiliaria, votos religiosos, hoy substituidos por promesas de devoción, y embarcarse por un mínimo de tres años. Todos los miembros debían de pagar una tasa de entrada.
La sede de la orden se fijó en Pisa, por su gran tradición marinera, y en ella Vasari concibió una gran plaza, presidida por el Palacio de la Carovana y la Iglesia de San Esteban de los Caballeros. Junto a Pisa, Livorno fue la otra ciudad toscana en la que más impronta ha dejado la Orden. Las naves de la Orden participaron en importantes empresas navales, como Malta, Lepanto o Annaba además de hacer incursiones en el Mediterráneo Oriental. A partir de 1640 la Orden se centró más en la defensa de las costas tirrenas frente a los piratas turcos y berberiscos, aunque nunco dejó de prestar ayuda a la República de Venecia en su lucha constante contra los otomanos. La última acción bélica de la Orden de San Esteban fue en 1709.

A la rama masculina de los caballeros pronto se unió la rama femenina. Leonor de Toledo primero y luego los grandes duques Cosme I y Fernando I promovieron, a partir de 1563, la fundación del monasterio de la Santísima Concepción en Via della Scala de Florencia. Destinado a las hijas de las familias aristocráticas del Gran Ducado, el monasterio estaba bajo el gobierno del Gran Maestre y, desde el punto de vista del poder espiritual, del Prior de la iglesia conventual de la Orden. A partir de 1592 fueron acogidas allí las primeras monjas que, formando parte de la Orden Militar de San Esteban, fueron llamadas monjas caballeras. Lo mismo ocurrió con la iglesia contigua al monasterio benedictino de San Paolo in Ripa d'Arno en Pisa, sujeto al Prior de la Orden conventual desde 1565.
Tras la extinción de la rama Médici de Cafaggiolo y, en contra de las reglas sucesorias de las que hablamos en el anterior artículo, algunas potencias internacionales apoyadas por la oligarquía local impusieron en 1737 a la dinastía extranjera de los Lorena en lugar de los legítimos herederos, los Médici de Ottajano. Los descendientes de Francisco Esteban de Lorena, se apropiaron de la Orden de San Esteban y el Papa Benedicto XIV en su breve Praeclara Militia de 1748 en el que confirma que el de Lorena gobierna la Orden, pero no indica ninguna modificación a la bula de Pío IV, por lo que únicamente sanciona una realidad de facto. Fernando III de Habsburgo Lorena abdicará el trono del Gran Ducado de Toscana y el magisterio de la Orden austro-toscana de San Esteban en 1801 y Napoleón suprimió la Orden en 1809. En 1815 sería repristinado por Fernando III al volver a ocupar el trono toscano. En 1849 durante la Guerra entre el Reino de Cerdeña y Toscana, el Gobierno Provisional de la República de Toscana volvió a suprimir la Orden.


El 20 de diciembre de 1866 la dinastía Habsburgo Lorena desapareció, fusionándose definitivamente con la Casa Imperial de Austria, que también acogió al último Gran Duque y a los miembros de la familia Habsburgo toscana. A Fernando se le permitió conservar su título gran ducal, mientras que sus hijos se convirtieron en archiduques o archiduquesas de Austria, perdiendo el tratamiento de príncipes o princesas de Toscana. En 1870 Fernando IV abdicó de sus derechos como pretendiente al Gran Ducado de Toscana en favor del emperador Francisco José I de Austria y, por tanto, con él cesaron todos los reclamos políticos sobre Toscana para todos los descendientes de Leopoldo II. El Gran Magisterio de la Orden de San Esteban cesó con la muerte de Fernando IV. De hecho, Francisco José I había prohibido, tras la muerte del gran duque Fernando IV en 1908, asumir los títulos de Gran Duque, Príncipe o Princesa de Toscana. Ninguno de los hijos del último Gran Duque nacido después de 1866 fue titulado príncipe o gran duque de Toscana ni, correctamente, tomó posesión de las extintas órdenes dinásticas ya conferidas por los Grandes Duques de Toscana.

A pesar de la extinción del Gran Magisterio en 1908 con la muerte de Fernando IV, último Gran Duque de Toscana de la familia Habsburgo Lorena, en 1971 uno de sus descendientes, Godofredo de Habsburgo-Lorena volvió a conferir la Orden de San Esteban y las demás órdenes de caballería austro-toscanas, ignorando la abdicación de su abuelo Fernando IV y la negación para la concesión de las Órdenes dinásticas toscanas dada por el emperador Francisco José. El 22 de septiembre de 1971 el Archiduque Godofredo de Habsburgo Lorena reconfirmó la continuidad de la Orden. Se trata pues esta Orden de San Esteban del Archiduque Godofredo -como señalan autores de la talla de Andrea Borella- de una institución de nuevo cuño que copia parte de los estatutos y de las insignias de la antigua milicia y que ni siquiera podía invocar la continuidad en el gran magisterio de la orden austro-toscana, ya que el hijo del abdicatario Fernando IV -el Archiduque Pedro Fernando, padre de Godofredo- no reivindicó nada al respecto del gran magisterio de las órdenes austro-toscanas, como tampoco lo hicieron el resto de sus hermanos.

Por la naturaleza de su creación la Orden de San Esteban Papa y Mártir es una Orden de Corona, ya que las bulas Dilecto Filio e His quae pro Religionis Propagatione de Pío IV dispone que el Gran Magisterio es hereditario en la persona de los Duques de Florencia pro tempore después Grandes Duques de Toscana sucesores legítimos de Cosme I de Médici y está asociada a la Casa de Médici. La sucesión sería siempre agnada y masculina y, en caso de extinción de los Médici de Cafaggiolo se llamaría a la rama colateral más próxima, que siempre fue la de los Médici de Ottajano. Al ser una orden religiosa fundada in perpetuo con una bula papal, sólo puede ser disuelta a discreción del pontífice, y por esta razón todavía existe a día de hoy y su Gran Maestre desde 2001 es el legítimo sucesor de Cosme I de Médici como Duque de Florencia, el Gran Duque Ottaviano de Médici de Toscana, que ha recibido de sus mayores los derechos intactos sobre el trono Gran Ducal y el el Gran Magisterio de la Orden de San Esteban.

Desde el momento en que el Gran Duque Ottaviano se hizo cargo del Gran Magisterio de la Sacra Militar Orden de San Esteban Papa y Mártir ha trabajado en la adaptación de sus estatutos y fines a los tiempos actuales. Los Caballeros de San Esteban del siglo XXI deben de ayudar al prójimo y a la Creación. El Caballero debe anteponer el honrar a Dios sobre todas las cosas, seguir los mandatos de las Sagradas Escrituras, observar los preceptos de la Santa Madre Iglesia, observar la justicia, socorrer a los débiles, defender la biodiversidad y el medio ambiente. Los Miembros están llamados a formar parte del Cuerpo de Socorro Naturalista de la Orden de San Esteban (COSSNOS) y a frecuentar los cursos de formación impartidos por la Academia Humanística Medicea de Ciencias Naturales, así como en formar parte de las misiones medioambientales. Los Caballeros y Damas pueden ser dispensados por causa de edad, enfermedad o traslados al extranjero.

Actualmente los estatutos prevén que las categorías en las que se dividen los miembros de la Orden sean las siguientes:
-Bailío Gran Cruz de Honor y Devoción: reservado a miembros de familias reales y altísimas personalidades.
-Caballero Mílite Conventual o Dama Caballera de Honor y Devoción: prueban cuatro cuartos.
-Caballero Mílite Comendatario o Dama Caballera de Devoción en Encomienda: prueban tres cuartos.
-Caballero de Armas de Gracia o Devoción o Dama de Gracia y Devoción: prueban dos cuartos.
-Caballero de Armas de Gracia Magistral o Dama de Gracia Magistral: prueban un cuarto.
-Caballero de Oficio o Dama de Oficio: sin pruebas.

Es necesario decir que para la probanza de cuartos se aceptan pruebas de nobleza, tanto hereditaria como personal, feudal y ciudadana, y también el modo de vida more nobilium o la alta posición social de la familia.

Son requisitos fundamentales para todos los aspirantes a ingresar en la Orden:
-Ser mayor de edad.
-Ser católico y estar dispuesto a hacer promesas de devoción. Excepcionalmente podrán ser admitidos cristianos no católicos como miembros no profesos en los mismos grados que los caballeros católicos, pero éstos no emitirán las promesas de devoción ni podrán vestir el hábito.
-Haber adquirido méritos hacia la Casa de Médici o haber manifestado estima, respeto y admiración por la Casa Granducal Medicea y sus actuales representantes.
-Aceptar los principios del Nuevo Humanismo Mediceo.
-Tener conducta irreprochable.
-Poseer una posición social adecuada para la condición caballeresca.
-Ser presentado por un miembro de la Orden.

Además de estos requisitos se presentarán pruebas de cuartos, tal y como se ha especificado anteriormente. Los expedientes los instruye la Diputación Gran Ducal para la Nobleza y Ciudadanía, que hace las funciones fiscalizadoras de la Orden.

Por último quiero anunciar que Su Alteza Real el Gran Duque Ottaviano de Médici de Toscana ha creado el Priorato del Reino de España de la Orden de San Esteban Papa y Mártir y en los próximos días se hará público el nombramiento del Prior, que ya ha aceptado su cargo.

Para saber más: www.de-medici.com
Contacto: francisco.acedo.fernandez@de-medici.com

Publicado por La Mesa de los Notables.