El pasado día 29 de mayo se ha celebrado
en el Auditorio Príncipe Felipe, de Oviedo, la entrega de Premios que otorga la
Sociedad Civil Oviedo 21, a personas o entidades que han destacado por su
compromiso con la libertad, la justicia y la cultura. Las distinciones que se
otorgan son Libertas Oviedo, Libertas Asturias, Libertas España y Libertas
Internacional. En esta ocasión se ha querido reconocer también otro bajo la
denominación “Libertas” y que se ha concedido, como galardón especial a la
Unidad Militar de Emergencias (UME), por su fundamental y esencial
participación en los graves sucesos y tragedia sufrida en Valencia como
consecuencia de una Dana.
Tras unas palabras ofrecidas por el
Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, seguido de la lectura del acta de
elección de premios por parte de la Secretario de Sociedad Civil Oviedo 21, y,
a continuación dictó unas impecables palabras su presidente José Antonio
Riesgo, procediendo a su término a la entrega de los premios.
La categoría “Libertas Oviedo” se otorgó
al Club La Nueva España, siendo recogido por el director del diario asturiano
Gonzalo Martínez, y estando presente su Directora María José Iglesias . Se
trata de un espacio dinámico que sirve de lugar de encuentro y debate que el
propio periódico ofrece para divulgar asuntos culturales, de ciencia,
tecnología, sociedad y deportes, ofreciéndose conferencias y debates que lo han
convertido en un referente en el Principado de Asturias.
El premio “Libertas España” fue recogido
por Manuel Llamas, como director que es del Instituto Juan de Mariana. Quien
dirigió unas palabras en las que resaltaba la importancia de la libertad en
todos los ámbitos de la vida e hizo un recorrido sobre sus 20 años de
existencia. Refirió entre sus premiados al Académico del Bances y Valdés, el
presidente argentino Milei.

La entidad The Legacy, recibió el premio
“Libertas Internacional”, siendo recogido por su Presidente Eva García, quien
durante sus palabras dirigidas al público, explicó la riqueza cultural y
herencia española que debe de ser celebrada, recordando que somos millones los
hispanohablantes y que no podemos quedarnos quietos, sino que bajo el
estandarte de la libertad, debemos mostrar las glorias de nuestra historia.
El premio “Libertas Asturias” fue
concedido al Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés, recogiéndolo en
nombre de todos los Académicos su director Manuel Luis Ruiz de Bucesta y
Álvarez. Esta entidad aboga como principio fundamental para cualquier acto de
la vida el disfrute de la libertad, de manera que busca e intenta despertar
entre sus destacados miembros la autonomía e independencia, sin temer a la
opresión. Dejamos a continuación, para todos nuestros lectores las palabras de
su intervención y que fueron ofrecidas tras la proyección de un magnífico video
sobre las peculiaridades de esta entidad bicentenaria:
Ilmo. Sr. Tte. de Alcalde de Oviedo
Señor Presidente y Junta de Gobierno de
“Sociedad Civil Oviedo 21”
Excmas. e Ilmas. autoridades.
Ilustres premiados.
Damas, caballeros, amigos todos.
Escribían que, en cierta ocasión
preguntaron a un filósofo sobre cuál era, de entre todos los animales, el más
temible al hombre, a lo que él respondió: Entre los salvajes, dijo, es el
calumniador y entre los domésticos el adulador. Porque no hay duda de que el
adulador reúne en su persona muchos vicios infames, porque dice lo que no cree,
porque habla en contra de lo que siente, porque no dice lo que piensa y porque
con sus lisonjas se vende por amigo.
La calumnia destruye reputaciones, y la
adulación envenena voluntades. Ambas, son fuerzas insidiosas que atacan la
esencia misma de la libertad: la capacidad de expresarnos con honestidad, de
pensar con independencia y de vivir con dignidad.
Sabemos bien que recibir este honor
¡PREMIO LIBERTAS ASTURIAS!, en manos de vuestra asociación, Sociedad Civil
Oviedo 21, es para nosotros algo trascendente, y lo es porque no estamos
celebrando un reconocimiento personal, sino el triunfo de la palabra libre, del
pensamiento sin ataduras, y siempre con la intención de que nunca la verdad se
rinda ante la mentira y que nunca la cultura se doblegue ante la manipulación,
¡porque sin libertad, las artes son sombras y la historia es ceniza!
Hoy recojo este premio en nombre de
todos nuestros Académicos, que son los que verdaderamente dan lustre a este
viejo Instituto de Estudios Históricos, nacido en Pravia. Nuestra
característica natural es que aglutinamos todas las artes y las ciencias en una
entidad franca e independiente, que nació cercana al grito de libertad del 2 de
mayo de 1808, y que se creó con la sola finalidad de que estudiantes sin
recursos pudiesen formarse, que se forjasen en el conocimiento, porque eso es
lo que nos faculta para el saber.
Y nuestra principal grandeza es que
todos los miembros se saben libres, sin ataduras ni observancia. Pero es bien
cierto que el tiempo de nuestra existencia es largo y uno no puede caminar solo
por la tierra, de manera, que en esta senda de la vida nos hemos granjeado
algunos apoyos, ¡y un ejemplo claro es este solemne acto de hoy! Sin duda
estamos siendo alumbrados con el honor de un premio que, a todas luces, supone
un altísimo honor para todos, ¡también, para cada uno de ustedes, porque habla
de nuestra libertad!
No restaré decir que en los últimos años
hemos recibido otros apoyos, ¡bien grandes, sin duda! Llevamos en nuestros
corazones la responsabilidad de proclamar aquel viejo adagio que dice “De bien
nacido es ser agradecido”. Por eso, les ruego que me permitan dar las gracias
públicamente, y aunque sería muy largo mencionar a todos los que quisiera y
porque debo evitar la prolijidad, me obliga este instante a recordar a mi
familia que aguanta mis ausencias, a los Académicos por su impagable esfuerzo,
pero también, de forma particular debo dar las gracias a los buenos amigos que
siempre estáis ahí.
¡Los Premios Libertas son un valor! Son
una dignidad que atesora en sí misma el más viejo y grande ideal del hombre, el
mismo que se nombra bajo esa palabra tan hermosa que es “la libertad”; y no nos
cabe ninguna duda de que estos premios son una alta responsabilidad, como
también una ponderación a la enseñanza y a los principios.
Estos tiempos en que los valores son tan
complicados de enseñar, en donde bien parece que algunos buscan desmerecer
nuestra historia, o que quieren empañar el valor de la familia, de la
educación, del honor, e incluso al magisterio de la cátedra, en un instante en
donde hay personas que pretenden que nuestros valores no sean sobresalientes,
ahí está dando la cara Sociedad Civil Oviedo 21.
Sin embargo, frente a la masa onerosa
-que decía Ortega- ¡está la libertad! Libertad, libertad con mayúsculas,
libertad bien nombrada, y, frente a ella, el desorden y la tiranía, aquel
oprimid, obligad y sojuzgad: ¡Hoy de nuevo vemos la sumisión de muchos, ante el
que más manda! Pero nadie dude que, juntos, vamos a penetrar hasta el mismísimo
alcázar para la defensa de nuestra libertad.
Y voy terminando.
Sin duda, este instante me place tan
maravilloso que quisiera anotarlo en el calendario de los hechos más
extraordinarios, entre otras cosas, porque subyace en el corazón de cada uno de
nuestros Académicos una convicción compartida, una fuerza que sostiene con su
aspiración y anhelo el respeto de nuestra historia, y esa representa una
deferencia que es el de la observancia a los viejos valores, a nuestro fiel
sentido cristiano y al esfuerzo de nuestros antepasados que, en Covadonga,
clavaron la primera pica por la libertad y alzaron orgullosos el estandarte de
la Cruz, que es sin duda, nuestra primera, verdadera y más importante
tradición.
Debemos seguir el ejemplo de Pelayo,
pero también de otros grandes como Hernán Cortés, Elcano, Juan de Oñate, Blas
de Lezo, Daoiz, Velarde o nuestro humilde fundador Antonio de Bances y Valdés,
porque todos ellos disfrutaron la herencia de la colosal hazaña de nuestra
Asturias, ¡la Asturias nunca vencida!, y la siguieron aumentando en sus
cruzadas, hasta con sus crónicas, enseñándonos a ser mejores día a día.
Desde el Instituto Bances y Valdés
buscamos perpetuar el eco de los siglos, que con cada latido guardemos la
memoria de los que forjaron este camino y que lo hagamos con entrega y pasión.
Al final, el hombre verdaderamente hereda los sueños y la palabra, lo cual no
es poca cosa porque no somos fruto del azar, somos la obra de generaciones que
han marcado su huella en cada uno de nosotros, y así, con el pulso firme de
nuestra historia y nuestra cultura nos place alzarnos hoy, como lo que siempre
hemos sido, orgullosos españoles de un pueblo de hombres libres, fuerte y
eterno.
Muchas gracias.
https://www.sociedadoviedo21.org/
https://www.bancesyvaldes.com/
Publicado por La Mesa de los Notables.