El Colegio Heráldico de España
y de las Indias cuenta, entre sus muchos trabajos, con la publicación de la Revista
Iberoamericana de Heráldica, así como
una importante colección de libros sobre muy diversos aspectos de las
disciplinas que le son propias. Su “Cátedra Marqués de Ciadoncha” ha organizado una gran cantidad de cursos, conferencias y simposios convirtiendo a esta institución en
obligada referencia para muchas academias hispanoamericanas y europeas.
El Colegio Heráldico de España
y de las Indias, se fundó en 1990 como asociación cultural sin ánimo de lucro y
teniendo como principal objetivo el apoyo y asesoramiento a aquellas
instituciones, tanto españolas como extranjeras, que se dedicasen al estudio
serio y riguroso de la Heráldica, la Genealogía y disciplinas afines.
En 1992 establecen su sede en la
Gran Vía madrileña por indicación de don Bernardo Ungría, presidente por
aquellos entonces del Colegio Heráldico; editándose en esa época la Revista Iberoamericana de
Heráldica (que llegó a alcanzar hasta veinte números), así como también una
importante colección de libros, al tiempo que se sumergieron en una vorágine de
cursos y conferencias que pusieron al Colegio en un puesto
preeminente entre las más importantes instituciones de nuestro entorno,
convirtiéndolo en obligada referencia para muchas academias hispanoamericanas y
europeas.
Aquellos años de consolidación
fueron muy provechosos, destacándose figuras tan importantes como el doctor José María de Montells, don José Luis
Abad, don Guillermo Torres Muñoz y don Manuel Rodríguez de Maribona, a la
postre, secretario perpetuo de la institución. Poco después se incorporarían,
el que hoy es su actual director don Luis Valero de Bernabé, don Fernando del
Arco, el coronel Serrador y don Ernesto Fernández-Xesta que contribuyeron, y
mucho, a los objetivos científicos de la corporación.
Por la Cátedra Marqués de
Ciadoncha, ya en la nueva sede de Serrano 114, desfilaron los más conspicuos expertos españoles e hispanoamericanos, catedráticos, académicos, generales, almirantes
y estudiosos en general.Una larga lista que muestra el buen trabajo realizado
por la institución.
En 1995 deja la presidencia don
Bernardo Ungría sustituyéndolo el archiduque don Andrés Salvador Habsburgo, el cambio trajo aparejado la incorporación de otras personalidades del mundo académico y caballeresco, así el duque
de Sevilla, el duque de Santoña, el infante don Miguel de Portugal o el poeta
Luis Alberto de Cuenca engrosaron las filas colegiadas en número creciente. La
actividad en esos años era notable, se apostó decididamente por la edición de
libros y revistas, patrocinan ( solos o en colaboración con otras
instituciones) ciclos formativos, cursos y monografías sobre temas singulares
como el de la caballería y las corporaciones nobiliarias, viviendo una intensa
actividad social y cultural sin
apenas subvenciones oficiales ni ayudas de ningún tipo.
En definitiva, podemos afirmar
sin temor a equivocarnos que el Colegio Heráldico de España y de las Indias, a
lo largo de toda su andadura, ha sabido divulgar con mucho acierto y seriedad cuantos estudios ha acometido, elevando a la ciencia heroica a sus más altos niveles científicos y formativos.
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