Capitán general de
Andalucía, caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y senador
vitalicio del Reino, el teniente general Shelly fue el fundador y primer
director de la Academia del Arma de Caballería (1850/1853). Entre sus premios y
condecoraciones destacan la Cruz
Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando (2ª clase), la Cruz de 1ª
clase de la Real y Militar Orden de San Fernando y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
La Academia de Caballería, el Ayuntamiento de
Huévar del Aljarafe y la Asociación de
Amigos de la Academia de Caballería, en colaboración con el Cuartel General de
la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra (Sevilla) y la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla, tienen previsto organizar para el próximo día 5 de abril de 2018, una serie
de actos tendentes a homenajear la figura del teniente general Ricardo Shelly
Comesford, atendiendo al siguiente programa:
12:00h.-Descubrimiento
de una placa conmemorativa en la hacienda La Robayna, propiedad de don José Ramón
López de la Manzanara Gallardo. Placa donada por la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla.
12:30h.-Descubrimiento
de una placa conmemorativa en la vivienda propiedad de la Marquesa de
Villavelviestre, doña Mariana Diaz-Trechuelo, en Huévar del Aljarafe. Placa
donada por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
13:00h.-Inauguración de
la exposición “La Academia de Caballería” en la Casa de Cultura “Guadalinfo” de
la localidad de Huévar del Aljarafe, por el director de la Academia de
Caballería, don Santiago Aguado Arroyo, coronel de Caballería; el presidente de
la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería, don Juan Falcó Masot, general de división retirado, y la señoa alcaldesa de Huévar del Aljarafe, doña Aurea María Borrego Moreno.
La exposición permanecera abierta al público hasta el 12 de Abril de 2018.
La exposición permanecera abierta al público hasta el 12 de Abril de 2018.
18:00h.-Conferencia: “Aproximación a la vida militar el General Shelly
y análisis de las gestiones realizadas para el traslado del Colegio Militar de
Caballería a Valladolid”, impartida por el coronel de Caballería retirado y vicepresidente
de la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería don Juan Silvela, en el
Salón de Actos.
19:30h.-Concierto de
música militar a cargo de la Unidad de Música de la Fuerza Terrestre, en el
Salón de Actos.
A mediados del siglo
XIX, hubo dos directores generales de Caballería que se distinguieron por
continuar el proceso de renovación del Arma. Fueron los generales José
Gutiérrez de la Concha y Ricardo Shelly Comesford. El teniente general Shelly había nacido en Alicante en
abril de 1811; era hijo de Cornelio Shelly O´Ryan y de María Comesford y Stapleton.
Con tan solo 12 años fue
nombrado alférez en el Regimiento de Lanceros de Fernando VII, pero sin tener
derecho a obtener antigüedad. Sería cuatro años más tarde cuando con arreglo a la Ordenanza continuaría como cadete, pudiendo así acumular antigüedad para promocionarse en el ejército.
En diciembre de 1815
sería destinado al Regimiento de Lanceros de Borbón, 5º del Arma de Caballería; a esta
unidad permanecería vinculado varias veces a lo largo de su carrera, llegando a ser su jefe con
el empleo de coronel.
Intervino intensamente
en la 1ª guerra carlista, obteniendo rápidos ascensos, de teniente llegaría a
brigadier por su valor y capacidad táctica. Alternó su participación en la
guerra con las misiones de ayudante de estado mayor del general Lacy Evans, jefe de la División Auxiliar Inglesa que
vino a reforzar a los liberales, integrándose en su regimiento durante los
sucesivos empleos que obtuvo durante la contienda.
Después de la guerra
participó en el simulacro de combate de Torrejón de Ardoz, el 22 de julio de
1843, a las órdenes del general Narváez. Su acción provocó la aceleración de
las deserciones de las fuerzas del general Seoane que pretendía hacer fracasar
el pronunciamiento de éste, pero fracasaría y sería finalmente hecho
prisionero. Como consecuencia, el
general Espartero, regente del Reino, se vería obligado a exiliarse al Reino
Unido. Shelly fue ascendido a mariscal de campo y condecorado con la Gran Cruz
de Isabel la Católica, que se sumó a las dos cruces de San Fernando que ya le habían sido concedidas, una
sencilla de 1ª clase y otra laureada de 2ª clase (en duda una laureada de 3ª
clase).
El 4 de mayo de 1844
sería nombrado Capitán General de Andalucía; dos años después y en el mes de
abril se casaría con Matilde Díaz Trechuelo, hija del marqués de
Villavelviestre. Finalmente, el 3 de noviembre
1846, sería ascendido a teniente general.
Armas usadas por el teniente general Shelly, según se desprende de un retrato y otros efectos personales del militar. |
Nombrado Director
General de Caballería el 22 de octubre de 1850, tomó posesión del cargo el 6 de
diciembre del mismo año, al día siguiente de haberse abierto el Colegio Militar
de Caballería. El nuevo centro de enseñanza se instalaría en el viejo edificio
de la famosa universidad de Alcalá de Henares, fundada por el cardenal Cisneros
en 1499. Dicho inmueble, tras la desamortización, había pasado a manos de
distintos propietarios particulares, perteneciendo por último a una sociedad de
"condueños", formada por habitantes de la ciudad y el ayuntamiento,
cuyo único objetivo era evitar su ruina. A pesar de ello, no estaban dispuestos
a gastar dinero en su arreglo. Shelly expuso al ministro de la guerra esa
circunstancia y la necesidad de trasladar el colegio a una ciudad “donde fuese
más considerado y mejor recibido”. Situación que se resolvió con el traslado
del colegio a Valladolid donde se instaló en un edificio que se construyó inicialmente para albergar un presidio llamado "El Octógono". La prisión siempre contó con la
oposición del ayuntamiento; su ubicación dentro de la ciudad, produjo toda una serie
de tensiones con el Gobierno. Valladolid, empeñada en quitarse “de encima un
vecino tan incómodo" y conocedor de la precaria situación del Colegio
Militar, no dudó en destacar todos los aspectos ventajosos de la ciudad y de
ofrecer apoyos económicos y de servicios para que pudiera venir a instalarse, dicha institución militar, en El Octógono.
Shelly no dudó en
decidir su traslado a Valladolid y allí
sigue bajo el nombre de Academia de Caballería, aunque no en el mismo
edificio (destruido por un incendio en el año 1915), sino en otro construido en
el mismo solar después de 1921.
El general, víctima del
cólera, falleció en 1855 en la hacienda de Robayna, propiedad de los
Díaz-Trechuelo familia de su segunda esposa, siendo sepultado en “Los
Cortijuelos”, que es muy probable que corresponda hoy a la finca Casa Blanca.
Bibiya.
Los pertenecientes al
Arma de Caballería se sienten deudores y agradecidos al general. En Valladolid
una calle lleva su nombre y no estaría demás que donde falleció tan
tragicamente se le pudiera recordar, así como en Huévar, población a la que ha
seguido vinculada la familia de su esposa.
Publicado por La Mesa de los Notables.