jueves, 23 de octubre de 2025

EL REY OTORGA EL TOISÓN DE ORO A FELIPE GONZÁLEZ, MIQUEL ROCA Y MIGUEL HERRERO POR SU LABOR EN LA TRANSICIÓN.

 

El Rey don Felipe VI ha decidido conceder el Toisón de Oro, la más alta distinción que otorga la Corona española, al expresidente del Gobierno Felipe González Márquez y a los dos padres de la Constitución aún vivos, Miquel Roca Junyent y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, en reconocimiento a su dedicación y servicio a España y a la institución monárquica.
La decisión, comunicada al Consejo de Ministros el pasado martes, coincide con la conmemoración del 50.º aniversario de la proclamación de don Juan Carlos I, un acontecimiento que marcó el inicio de la Transición democrática en la que los tres galardonados desempeñaron un papel fundamental.

Hasta el momento, el Rey Felipe VI solo había concedido el Toisón de Oro a su hija mayor, la princesa Leonor, y recientemente a su madre, la reina Sofía. En cambio, durante el reinado de Juan Carlos I se otorgaron numerosos Toisones, principalmente a monarcas extranjeros y a destacadas personalidades españolas, entre ellas Adolfo Suárez, Javier Solana, Víctor García de la Concha y Enrique Iglesias García.
En 2011, el rey emérito concedió también el Toisón de Oro al entonces presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, en reconocimiento a su colaboración en la lucha antiterrorista, personaje que por otras razones vuelve a ocupar un lugar destacado en la actualidad francesa.

Como nuestros lectores y amigos ya saben por otras entradas de este mismo blog, el Toisón de Oro es una distinción de carácter vitalicio, lo que significa que sus atributos - el collar del que pende el vellocino de oro, así como las condecoraciones en miniatura -  deben ser devueltos al gran maestre de la orden tras el fallecimiento del titular.
Esta prestigiosa distinción nació como una orden de caballería fundada en 1430 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña. Con el paso del tiempo, la orden pasó a su nieto Carlos I de España (el emperador Carlos V), motivo por el cual los reyes de España son desde entonces los soberanos de la orden.


El collar del Toisón está formado por una cadena de oro, compuesta por pedernales y eslabones en forma de llama o “chispa encendida”, símbolos que representan el fuego inextinguible del amor y la fidelidad. Entre los pedernales aparecen piedras de sílex, de las que brotan llamas, unidas entre sí por pequeños eslabones en forma de doble B.
El carnero era ya un símbolo característico de la ciudad de Brujas, célebre en el siglo XV por su próspera industria lanar. Al elegir el vellocino de oro como emblema de la Orden, el duque quiso aludir a la leyenda de Jasón y los Argonautas, de este modo, el símbolo conectaba también con la nueva vocación marinera de Borgoña, impulsada por sus puertos en los Países Bajos.

Según la leyenda, Jasón debía dirigirse a la Cólquida -territorio que hoy corresponde a Georgia-, donde los tracios extendían pieles de oveja en los ríos auríferos para que las partículas de oro se adhirieran a ellas. Una vez cubiertas de escamas doradas, las colgaban de los árboles para que se secasen. La misión de Jasón consistía en rescatar el vellocino de oro de un ciprés sagrado y devolverlo a la Hélade, a fin de reclamar con justicia el trono de Yolcos.  Algunos estudiosos se inclinan a pensar que, en esta alegoría, Jasón podría representar a Felipe el Bueno, mientras que los Argonautas podrían ser los caballeros que le acompañaban en la Orden del Toisón de Oro, unidos en una misma empresa.
Los eslabones del collar presentan la doble B, en referencia a Borgoña. Entre estos eslabones aparece la llama, símbolo de Prometeo, guardián mítico del fuego y garante último del vellocino. Este motivo remite además a la divisa del duque, acompañada del lema «Ante ferit quam flamma micet» (“Hiere antes de que se vea la llama”), expresión de decisión y coraje.

A toda la simbología, de origen griego, añadieron posteriormente iconos cristianos. Según el relato bíblico, Gedeón, juez de Israel, pidió a Dios una señal de su favor: que el rocío descendiera sobre una piel de cordero antes de enfrentarse, con solo trescientos hombres, al ejército de los madianitas. Del mismo modo instituyeron a San Andrés -patrón de Borgoña- como valedor de la Orden. Santo que sufrió martirio en una cruz en forma de X, emblema del Ducado, símbolo que también se incorporó al imaginario espiritual y heráldico de la Orden.

Publicado por La Mesa de los Notables.