La Casa Ganaderos de
Zaragoza ha cumplido este año 2018 su 800 aniversario. Para celebrar una
efeméride de tal magnitud los actos conmemorativos, organizados para tal fin,
se iniciaron el pasado mes de marzo con un ciclo de conciertos en distintos lugares emblemáticos de la ciudad
de Zaragoza. El día 18 de
mayo,
tuvo lugar una Asamblea Extraordinaria, presidida por S.M. el rey don Felipe VI, cuya fecha se hizo coincidir
precisamente con el día exacto de la fundación de esta institución hace 800
años.
Emblema de la Casa de Ganaderos de Zaragoza. |
Los actos conmemorativos
se sucederán a lo largo de todo el 2018, año especialmente significativo para Zaragoza, ya que conviene recordar que también se
cumple el noveno centenario de la conquista de la ciudad por el rey Alfonso I
el Batallador, y el séptimo centenario
de la elevación a sede metropolitana de la diócesis aragonesa por el papa Juan
XXI.
Al objeto de la
conservación y estudio del patrimonio de la Casa Ganaderos de Zaragoza, el 5 de
febrero de 1988, setecientos sesenta y nueve años después de que el rey Alfonso
I de Aragón concediera derechos de pastos a la ciudad , y
setecientos setenta desde que, por privilegio real de Jaime I de Aragón se creara formalmente esta institución, que ha llegado hasta nuestros día a pleno rendimiento y en perfecto estado de salud ,
nace la Fundación Casa de Ganaderos.
No hemos querido dejar
pasar el año sin dedicar una entrada a esta antigua y trascendental institución
aragonesa, y no hemos encontrado mejor
forma que reproducir un artículo, ya publicado en el año 2010, de don Armando
Serrano Martínez, archivero de Casa de Ganaderos de Zaragoza, director de la
Fundación “Casa de Ganaderos”, asesor histórico de la Real Maestranza de
Caballería de Zaragoza, miembro de la Comisión de Patrimonio de la Archidiócesis
de Zaragoza y director adjunto de la revista de investigación
histórico-artística “Aragonia Sacra”, para entender la historia e idiosincrasia
de una institución tan peculiar como única.
LA CASA DE GANADEROS DE
ZARAGOZA.
Armando Serrano
Martínez.
Laborioso y complicado
resulta explicar en unas breves líneas la historia de la institución más
antigua de las existentes en la actualidad en Zaragoza (excluyendo de este
ranking Concejo y Parroquias) y que ha sido protagonista y partícipe de la
historia de esta Ciudad y de Aragón en los últimos ocho siglos. La Casa de
Ganaderos tiene su origen en un documento otorgado en Zaragoza por el rey
aragonés Jaime I el 18 de mayo de 1218 en el que concede la jurisdicción
privativa a los ganaderos de Zaragoza y nombra como primer “Justicia de
Ganaderos” a Domingo de Montealteto. Este es el punto de arranque de una
institución que surgió como Cofradía de San Simón y San Judas –aparece
documentada ya en 1229– que tiene al Justicia de Ganaderos como cabeza
representativa y que desde la Edad Media es conocida por todos los zaragozanos
como “Casa de Ganaderos”. La pervivencia de la Casa de Ganaderos, y su
actividad institucional y económica ininterrumpida durante ocho siglos, la
convierte hoy en día, sin lugar a dudas ni controversias, en la empresa más
antigua de España y una de las más antiguas de Europa. Esta persistencia en el
tiempo y esta actividad continua durante siglos no es más que una muestra más
de la cultura del ovino que se mantiene en Aragón. Gastronomía (con la existencia
del “Ternasco de Aragón” –documentado ya en el siglo XVII– y sus tradicionales
recetas), vocabulario (términos como “ligallo”, “acampo”, “cabañera”, “rebol”,
etc.), devociones (San Simón y San Judas, San Urbez o la Virgen del Ligallo),
tradiciones (dances, leyendas y costumbres similares en la montaña y en el
llano unidas por la trashumancia) o instituciones históricas (como la Casa de
Ganaderos) no son más que la muestra de una cultura que surge de la unión
secular entre el ovino y Aragón.
La cofradía aragonesa de
San Simón y San Judas “Casa de Ganaderos” está perfectamente estructurada ya en
el siglo XIII y es una institución similar a la conocida “Mesta” de Castilla.
Ambas instituciones gremiales ganaderas tienen similitudes y diferencias que plasman
la distinta trayectoria histórica de las dos Coronas. El primer documento que
se conserva del “Honrado Concejo de la Mesta de Pastores” es el nombramiento de
un “Alcalde Entregador” en el año 1273, 55 años después del nombramiento de
Domingo de Montealteto como Justicia de Ganaderos en Zaragoza (1218). Además la
Historia, en ocasiones, también se ve influenciada por las relaciones humanas y
es curioso que Alfonso X el Sabio –el “creador” de la Mesta– estuvo casado con
Violante de Aragón, hija del monarca aragonés Jaime I –“creador de la Casa de
Ganaderos”–, pudiendo ser conocedor el monarca castellano del funcionamiento de
la institución aragonesa.
La Mesta fue disuelta en
1836 con Isabel II (en el periodo de la Regencia de su madre Mª Cristina) y Casa
de Ganaderos sigue en la actualidad con plena vigencia económica. La Mesta
abarcaba todo el territorio de la Corona de Castilla, Casa de Ganaderos, si
bien tenía jurisdicción en todo el Reino de Aragón, solo agrupaba a los
ganaderos vecinos de Zaragoza y sus aldeas (lo que demuestra una vez más el
poder, no de la Casa, sino de la ciudad de Zaragoza). La independencia de la
Casa de Ganaderos respecto, no sólo de la monarquía, sino respecto a cualquier
otro poder político o económico, contrasta con la supeditación de la Mesta a
los reyes castellanos. La Casa de Ganaderos surgió como ejemplo del poder
urbano de la ciudad de Zaragoza; independiente de cualquier tipo de injerencia
del poder real, eclesiástico e incluso nobiliario. Hasta tal punto la Casa de Ganaderos
fue un ejemplo del nuevo poder que estaba surgiendo en la sociedad medieval,
que en un primer momento la nobleza tenía vetada la entrada a la cofradía. La
condición de noble era un impedimento para adquirir la de cofrade de la Casa de
Ganaderos. Los cofrades eran vecinos y ciudadanos de Zaragoza. La Casa de
Ganaderos se convirtió en la representación del poder de la ciudad, del nuevo
poder urbano que comenzaba a imponerse al poder nobiliario, rural y agrícola
que había controlado el reino hasta ese momento. La muestra más evidente del
poder de la Cofradía y del ejercicio independiente de la jurisdicción civil y
criminal era la utilización exclusiva de cadalso propio, distinto al de la
Ciudad. La Casa poseía su horca en el inicio del camino de San Gregorio –que
dirigía a Huesca y las Montañas de Jaca–, donde se cumplían todas las
sentencias con pena corporal emanadas de la corte del Justicia de Ganaderos y
que era conocida entre los zaragozanos como la “Horca de los Ganaderos”.
El privilegio de poder
detentar la jurisdicción civil y criminal en los asuntos relacionados con la
ganadería, o en aquellos que estuviera inmerso un ganadero, es sin duda una de
las características más exclusivas de la Casa de Ganaderos (es la única vez que
el monarca cede parte de su jurisdicción personal a un grupo económico como
eran los ganaderos de ovino de Zaragoza), pero no la única. La Casa, a partir
del siglo XIII va acaparando privilegios que la van fortaleciendo política y
económicamente. Administración de los pastos de la Ciudad, aprovechamiento de
los pastos comunales del Reino (arrogándose un privilegio otorgado por Alfonso
I a Zaragoza), administración de las carnicerías y control del macelo, exención
de impuestos y peajes… son solo algunos de los privilegios controlados y
disfrutados por los cofrades.
La obtención y uso de
todos estos privilegios convirtieron a la Casa de Ganaderos de Zaragoza en una
institución gremial diferente; se convirtió en la organización con la que podía
demostrar su poder el nuevo patriciado urbano zaragozano, no sólo ante los
zaragozanos, sino sobre todo ante el resto de aragoneses y, sobre todo, ante
los nobles aragoneses. Y si sus ordinaciones (documentadas desde el siglo XV)
siempre hacen mención de la obligatoriedad de ser vecino de Zaragoza (siendo
hasta principios del siglo XX una organización local), la posibilidad de
ejercer justicia, civil y criminal, por todo el reino de Aragón y el
aprovechamiento de sus pastos comunales la convirtieron en la organización
ganadera más poderosa de las existentes en Aragón. Duros fueron sus
enfrentamientos con ligallos, asociaciones o mestas locales –poderosas, como
las de Albarracín, Teruel o Daroca–, pero con todas ellas obtenía sentencias
favorables del monarca. Incluso la de Tauste, creada por Martín I a principios
del siglo XV, funcionó administrativamente igual que las demás, sin privilegio
para aplicar la jurisdicción criminal, e incluso tomó como santos titulares a
los mismos de Zaragoza, intitulándose igual que ella, Cofradía de San Simón y
San Judas, debido al poder predominante de la de Zaragoza sobre las demás.
Pero una institución tan
compleja como ésta, y con un funcionamiento tan peculiar, es improbable que
surgiera como idea espontánea de Jaime I. Y más cuando, en 1218, el monarca aragonés
tiene 10 años y acaba de abandonar el castillo de Monzón donde ha estado
recluido bajo la tutela de los caballeros templarios. En esos momentos el rey
de Aragón es un rey-niño, un monarca cuestionado y sin recursos, que tiene que
hacer frente a la oposición de una parte importante de la nobleza aragonesa. A
pesar de conseguir que fuera reconocido como rey en las Cortes Generales
celebradas en Lérida en septiembre de 1218, las penurias de Jaime I, y no sólo
políticas sino también económicas, motivadas por la oposición de la nobleza
fueron las causantes de una importante inestabilidad política. Este es el
escenario lógico para comprender cómo el pequeño monarca busca apoyos
–políticos y económicos– en un patriciado urbano que está surgiendo en la
capital del reino, una clase social con un peso económico y político
suficientemente importante para contrarrestar el poder de la nobleza. Y así se
puede entender la cesión de la jurisdicción civil y criminal a un grupo
económico que estaba surgiendo en la sociedad medieval (ganaderos urbanos y
ciudadanos) que le sirvieran para contrarrestar el tradicional poder nobiliario
(rural y agrícola).
Para explicar el
surgimiento de este poder urbano y ganadero de Zaragoza, y por ende, entender
el posible origen de la Casa de Ganaderos, debemos remontarnos un siglo antes,
a los años de la toma de Zaragoza por las tropas cristianas de Alfonso I (18 de
diciembre de 1118). Entre las diversas medidas que tomó el Batallador para
repoblar y “cristianizar” Zaragoza es definitiva la concesión del conocido como
Privilegio de XX, verdadero fuero de población de la Ciudad. En él se le
concedía a Zaragoza, en primer lugar, la posibilidad de decidir
independientemente su defensa ante un ataque a la Ciudad, a sus vecinos o a sus
bienes, sin tener que esperar la decisión del rey. Este poder de respuesta
queda plasmado en un tribunal de veinte “hombre buenos” (de ahí su nombre) que
nombrará la nueva capital de Reino y tomará las decisiones ante el ataque. Pero
este documento también recoge un privilegio que se concede a los vecinos de
Zaragoza que será clave para la repoblación cristiana de la Ciudad tras la
conquista, de su actividad económica posterior e incluso de la estructura y
dimensión del término de la Ciudad. En dicho privilegio se indica que los
zaragozanos podrán pastar libremente por todo el reino: “…todos los otros
términos en donde se apacientan las otras reses…”. El uso –y abuso– de este
privilegio por parte de los zaragozanos y la defensa muchas veces violenta de
sus pastos por parte del resto de aragoneses –y por tanto la actuación
inmediata, y muchas veces iracunda, de ese tribunal de Veinte hombres buenos–
provocará la creación, un siglo después, de un tribunal independiente para los
asuntos relacionados con la ganadería, casi con toda seguridad, a cambio de un
apoyo económico y político de este grupo al joven monarca aragonés.
Esta estructura se
mantendrá, con muy pocos cambios, hasta la llegada de Felipe V quién no podrá
aceptar ni entender la existencia de una jurisdicción independiente para los
ganaderos de Zaragoza y que la ejerza desde la Edad Media una persona que es
elegida entre los propios ganaderos de la ciudad. Tras un enfrentamiento
brutal, en el cual el monarca anula la elección de un Justicia, la Corona promulga
un Real Decreto por el cual la persona elegida como Justicia de Ganaderos
deberá ser ratificada por la Real Audiencia y todas sus sentencias criminales
podrán ser recurridas ante la Audiencia. Desde de este instante la Casa de
Ganaderos se centrará en el control de las cabañeras, los pastos, la
beneficiencia y la jurisdicción civil, que perderá definitivamente en 1828 por
un Real Decreto de Fernando VII.
A partir de ese momento,
perdida su jurisdicción, la Casa cumplió su cometido como organización ganadera
y supo ir transformándose para adaptarse a los tiempos. Asociación Casa de
Ganaderos –Junta Local de la de Ganaderos del Reino– (1836), Sindicato
Agrícola-Pecuario (1915), Cooperativa del Campo (1945) o Sociedad Cooperativa
Limitada (1982) son algunas de las formas jurídicas que ha tenido esta
institución, conservando siempre el nombre de “Casa de Ganaderos”. En el año de
2010 la Casa de Ganaderos de Zaragoza la forman casi 300 ganaderos
(propietarios de 150.000 ovejas) y sus productos, entre los que destaca la
Indicación Geográfica Protegida “Ternasco de Aragón”, que están presentes en
los principales mercados de consumo de carne de ovino.
Para más información
sobre la institución: http://casaganaderos.com/
Publicado por La Mesa de
los Notables.