Alejandro Riestra Martínez.
“LOS CUERVOS DE ODÍN”.
Actualmente, los distintivos de temática militar (“parches”) no se
circunscriben única y necesariamente a elementos heráldicos en su sentido más
estricto, la mayoría se van
transformando en emblemas alegóricos con un significado profundo que
trasciende de lo meramente visual y estético, elevándose como la esencia de la identidad de
un grupo, de una hermandad. Emblemas que se diseñan con sumo cuidado con la
intención de que sean parte de la historia y del legado militar que los
identificará y los acompañará siempre.
Los Alumnos de la
Academia General Militar, Caballeros Alféreces de la LXXX promoción del
Cuerpo General y de la CCVII promoción de Oficiales del Arma de Ingenieros
(Especialidad Fundamental de Transmisiones), eligieron como emblema de su
promoción una composición que abandonaba al habitual “Mercurio” romano (dios
alado mensajero de Júpiter), desterraba los haces de rayos y tampoco contemplaba
antenas u otros elementos tradicionales de la emblemática militar española relacionadas con esta Especialidad,
adoptando un caríz más sereno y sobrio, e incluso, me atrevería a decir más
guerrero y exotérico: eligieron a Odín, más concretamente a los “Cuervos de
Odín”.
Odín (Wotan) es el
dios principal de la mitología nórdica. Divinidad que representaba la sabiduría, la guerra y la muerte, pero
también la magia, la poesía, la profecía y la victoria en el combate. Neil Gaiman, en su obra
literaria «Mitos Nórdicos», nos muestra a un Odín cuya imagen trasciende lo meramente divino,
convirtiéndolo en un garante de la tradición y la cultura. Los mitos cuentan que no
dudó en sacrificar uno de sus ojos en el pozo de Mimir, la fuente de todo
conocimiento, con el fin de obtener una comprensión más profunda del universo,
emergiendo con una visión que trascendía lo meramente físico que le permitía
ver no solo lo que tenía ante sus ojos, sino también lo que se ocultaba en las
sombras del mundo. Esta singularidad lo
convirtió durante siglos, además, en un símbolo de la búsqueda incesante de
conocimiento.
Asociados a Odin se encuentran Hugin y Munin. Un par de cuervos que viajaban alrededor del mundo recogiendo información y noticias para Odín y transmitiendo cuanto el dios les encomendaba. Ambos eran enviados al alba y regresaban bien entrada la tarde, se le posaban en los hombros y susurraban a sus oídos todo cuanto habían visto u oido manteniendo a Odín siempre informado y atento a lo que sucede en su entorno. Una excelente analogía que, en el emblema, identifica al Mando con Odín y a sus Unidades de Transmisiones con Hugin y Munin. La elección de estas aves, además, se debe a su conexión con la inteligencia y su papel en las batallas donde son cruciales su capacidad de observación y memorística, así como su rapidez y diligencia para transmitir noticias.
El emblema, de forma circular, está rodeado por dos
banderas de España (en sendos laterales) pudiéndose leer en la parte superior
la leyenda: “SINE NOBIS NIHIL SUNT” (SIN NOSOTROS NADA), poniendo en valor
la importancia de la transmisión de la
información en la batalla como medio de coordinación, control y obtención de datos, no sólo
del enemigo, sino también de las
circunstancias que rodean a la acción bélica en su contexto más amplio, siendo vital para garantizar su resultado.
En la parte inferior
la cifra de la 80 promoción de Cadetes de la Academia General Militar de
Zaragoza y de la 207 promoción de Oficiales del Arma de Ingenieros (Esp.Fun.Transmisiones).
Dentro del escudo
Odin (Wotan) recibiendo la información que le traen los cuervos Hugin y Munin.
Publicado por La
Mesa de los Notables.