UNA RENOVACIÓN FIEL AL EMBLEMA ORIGINAL MONOCROMO.
Por el Dr. Antonio Salmerón.
El objetivo de este
trabajo, iniciado el pasado mes de febrero, fue efectuar una renovación del
emblema de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía. El director de la
misma, don Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila, y su vicedirector, don Manuel
Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez me realizaron el encargo a través de don Feliciano
y don Alejandro Riestra Martínez, de “La Mesa de los Notables”, blog vinculado
al Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias tan estrechamente
relacionado con la Academia.
La razón de este encargo
es que la Academia Asturiana sólo disponía de su emblema original,
en negro sobre blanco, y de imágenes de dicho emblema de una resolución, que si
bien era adecuada en su momento, no era tanto para la calidad de reproducción a
la que acostumbramos hoy día, tanto para
el soporte papel, como para los medios digitales cada vez más frecuentes.
Inicialmente se
plantearon dos posibles alternativas de renovación, la primera reinterpretarlo
cromáticamente, manteniendo el interior del emblema y renovando sustancialmente
su exterior; y la segunda proporcionarle tinturas como en la alternativa
anterior, pero en cuanto a su estructura y delineación, mantenerlo de la forma
más fiel posible al diseño original del emblema.
Al estudiar el original pude comprobar que tenía la suficiente calidad estética y,
sobre todo, personalidad propia, de ahí que entendí que no era preciso
modificar su exterior. Estética y personalidad que, al ser monocromo y las imágenes disponibles de baja resolución, no terminaban de
mostrarse claramente, pero que ahí estaban, por lo que se optó por acometer la
segunda de las alternativas, y sólo en el caso de que no alcanzase los
resultados deseados, se procedería con la primera , algo que, como se puede
comprobar no fue necesario.
Actual emblema de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía. |
El trabajo se estructuró
en dos fases, la primera consistió en volver a dibujar de nuevo todo el emblema, bajo el principio de ser lo más fiel posible al trazado
original y, la segunda, darle tinturas dentro de la gama heráldica de esmaltes
y metales.
Es ilustrativo, como
muestra de fidelidad al original que,
por ejemplo, cuando se rotuló la divisa del emblema, esto es, el nombre
completo de la Academia sobre la filacteria que rodea al emblema, se empezó
poniendo acentos a las vocales mayúsculas, tal y como reza la norma de la Real
Academia Española desde hace tiempo. Pero al analizar el resultado es cuando se
decidió retornar a las mayúsculas no acentuadas originales, de esta forma, la
vocal «I» de la palabra «GENEALOGÍA» se volvió a escribir sin acento como
«GENEALOGIA» y lo mismo se hizo con la «A» de «HERÁLDICA» que se dejó como
«HERALDICA», manteniendo así su apariencia original.
También tuve que realizar algunos cambios menores,
como por ejemplo el escudo de la genealogía con una estrella de 6 puntas (ver
la fila 1ª, columna 2ª del árbol genealógico que aparece en el emblema de la
Academia) que era de color sobre metal, haciendo equivaler la tinta negra del original
al color sable y el blanco del papel al metal plata, así pues se tintó, de
forma inversa, de metal sobre color y logrando que no afectase al significado,
proporcionando mayor equilibrio con la otra rama de la genealogía y permitiendo
poner un escudo de campo de color, sobre el campo del emblema que es de metal
plata, todo ello correspondiéndose al pergamino del emblema y manteniendo de
este modo la primera regla de la heráldica que dice «ni color sobre color, ni
metal sobre metal».
Al inicio de la segunda
fase: "esmaltar el emblema" se
planteó que el esquema de tinturas de base fueran sable-negro con el metal
plata y algo de oro, por seguir la imagen original en blanco y negro, pero a
medida que se avanzaba se observaba que el resultado era muy neutro, carente de
energía, lo cual es lógico pues en heráldica se considera al color sable-negro
un color neutro frente al gules-rojo, azur-azul o al sinople-verde.
Opté por cambiar el
esquema de tinturas de base del emblema de la Academia a los de la bandera de
Asturias, esto es, azur y oro, usando plata para el pergamino del emblema que
ocupa el lugar del campo de su escudo. El fundamento de mantener el metal plata
para el pergamino y no, por ejemplo, el oro, es porque además de ser una
tintura natural para un pergamino, permite que los lambrequines del escudo que
en el emblema representan a la heráldica y que son muy estilizados, casi como
filigranas, pudieran ser de azur doblados de oro, diferenciándose este oro de
los lambrequines de plata del pergamino que hace de campo.
En consecuencia, tal vez
la nota más potente de metal son estos dos lambrequines laterales de azur
doblados de oro del escudo de armas superior con sus 2 espadas. En un
planteamiento inicial estos lambrequines sólo eran de azur, siguiendo al
original monocromo, pero siendo de oro las espadas sobre el campo de azur del
escudo concluí que se debía cumplir la
norma que recomienda pintar los lambrequines, siempre que se pueda, de los dos
primeros colores citados en el blasón del escudo, en este caso, de azur
doblados de oro. Obsérvese que, si bien se trata de un emblema y no de un
escudo de armas en sentido más estricto,
las normas de la heráldica que se han aplicado en esta renovación han contribuido notablemente al resultado final.
Nótese, a tenor de lo
anterior, que este emblema mantiene un paralelismo con un escudo de armas, por
ejemplo, el pergamino hace de campo, su estructura sería la de un escudo
cortado, y si bien es evidente que no hay una línea de división horizontal, la
existencia de un cuartel 1º y un cuartel 2º queda clara de forma visual y se
realza incluso por los pliegues diestro y siniestro del pergamino a la altura
de la faja, con dicha estructura el cuartel 1º, con su escudo de armas, yelmo,
lambrequines y penacho, representaría a la
Heráldica y el cuartel 2º, con su árbol de escudos, simbolizaría a la
Genealogía.
Se puede observar
también que, menos para las gemas de la Cruz de la Victoria y la Corona del
Principado, todo el emblema se hace con sólo 3 tinturas azur, oro y sólo plata
para el campo del «pergamino-escudo», que son las del esquema de tinturas base
descrito anteriormente.
Para la corona de
infante del Principado de Asturias, con cuatro diademas de perlas, de las que
tres son visibles, creo interesante mi actuación, en línea con la opinión del
heraldista don Francisco Domingo Larrosa Gil, con quien precisamente en estas
fechas veníamos hablando de este tema. El cual para avalar su aseveración se retrotrajo en el tiempo a épocas en las que no
se pintaban gemas en el interior de los florones (hojas de acanto), a
diferencia de como se hace ahora en muchas representaciones modernas de esta
corona. En esta misma línea, la corona está engarzada de rubíes-gules,
diamantes-plata y esmeraldas-sinople, pero no de zafiros-azur (sirva para esto
de referencia la corona sobre el escudo real rodeado del Toisón de Oro que
engalana el descanso central, antes de dividirse en dos tramos, de la escalera
principal del Palacio Real de Madrid, escalera que fue proyectada por Francesco
Sabatini en 1760).
Dr.Antonio Salmerón
Miembro español de la
Society of Heraldic Arts.
Académico C. de la
Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía
Paseo de la Castellana
135, planta 7, 28046 Madrid
asalmeron@blason.es |
http://www.blason.es
Publicado por La Mesa de los Notables.