La
Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos (SFMNV) convoca a la
conferencia “El Siete de Julio de 1822, un bicentenario aleccionador”, que se
celebrará el jueves 16 de junio, a las 7 de la tarde, en la sede Municipal de
Moncloa (edificio circular junto al Arco del Triunfo, entrada por Isaac Peral),
y que será impartida por don José Luis Sampedro Escolar, presidente de
la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos y numerario de la
Academia de las Ciencias y las Artes Militares.
Recordamos
a nuestros habituales la posibilidad de
visitar durante todos los sábados del mes de junio, de 10.00 a 13.30, el
Cementerio de La Florida donde, además de los Patriotas asesinados el 3 de Mayo
de 1808, reposa Evaristo San Miguel, protagonista de la acción del 7 de julio
de 1822 y Presidente de la SFMNV.
EL
SIETE DE JULIO DE 1822.
José
Luis Sampedro Escolar Presidente de la SFMNV.
El
7 de julio de 1822, durante el Trienio Liberal, Madrid fue escenario de una
jornada trágica en la que la Guardia Real, cumpliendo órdenes secretas de
Fernando VII, intentó tomar el Ayuntamiento, que encabezaba la defensa de la
legalidad, para restaurar el absolutismo, derogando la Constitución de 1812,
vigente desde 1820. Al mismo se opuso la Milicia Nacional, al mando de Evaristo San
Miguel, fiel al ordenamiento. El episodio se saldó con tres milicianos muertos
y cuarenta heridos. La Guardia Real tuvo catorce muertos y de sus heridos no
queda noticia.
La
participación popular en la Guerra de la Independencia había hecho cobrar gran
importancia a las agrupaciones armadas de liberales –la Milicia Nacional- que
durante el siglo XIX lucharon contra el Absolutismo. Hoy conserva su recuerdo
una entidad nacida en 1839, la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales
Veteranos, que durante décadas dio ayuda en la enfermedad y en las exequias a
aquellos hombres de agitada vida y, en muchas ocasiones, triste muerte. La
sociedad tuvo Presidentes señeros, como Palafox, los polémicos Espartero y
Madoz, los generales Fernando Primo de Rivera, José López Domínguez y Agustín
Luque (ministros de la Guerra los tres) y Fernando Suárez de Tangil, alcalde de
Madrid, presidente de la Cruz Roja, ministro, presidente del Consejo de Estado
y Grande de España.
Esta
entidad ha sobrevivido precariamente, pero, extinguida su función de subvenir
necesidades de milicianos valetudinarios, mantiene vivo su recuerdo y anima el
estudio de su papel en la Historia. Por ello conmemora el 7 de Julio. Los
batallones sublevados se rindieron en la Casa de la Panadería, sede del Concejo
Municipal, tras la victoria obtenida por Palarea, Morillo, López Ballesteros y
por quien fuera el cuarto Presidente de la Sociedad, Evaristo San Miguel,
Presidente del Gobierno durante los meses siguientes pero desbordado en 1823
por la intervención militar extranjera de Los Cien Mil Hijos de San Luis.
Cada
año, el 7 de julio, esta Sociedad rinde homenaje a quienes lucharon por la
Constitución. El triunfo que alcanzaron se frustró, pero merecen que se
recuerde su ejemplo. El programa es sencillo: en el arco de acceso a la Plaza
Mayor desde la calle Siete de Julio, bajo el lema Fidelidad a la Constitución,
tras unas palabras de agradecimiento, se ofrenda una corona de laurel; colabora
el Ayuntamiento madrileño, personificado por la Guardia Municipal en uniforme
de gala y se reparte al público un folleto explicativo, en ocasiones, con
acompañamiento musical. No es ocasión para analizar en profundidad aquellos
acontecimientos, ni para formular condenas o absoluciones retroactivas que a
nada conducen y que nadie tiene legitimidad para impartir. Es momento de
reflexionar cara al futuro en las gravísimas circunstancias que vivimos.
Nuestro Presidente Espartero se fundió, en 1839, en el abrazo en Vergara, con
su oponente, el general Maroto, para trabajar juntos por España; rechacemos,
como ellos, partidismos estériles y tentaciones de victorias frente a la
colaboración solidaria.
Al
contrario que en 1822, en nuestros días tenemos un Rey, Felipe VI, identificado
con los principios constitucionales, y así deberían actuar el resto de las
entidades nacionales, regionales, municipales o institucionales. Los
responsables de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, las
administraciones públicas, los partidos políticos, la milicia y las fuerzas de
orden público, los sindicatos, las confesiones religiosas, la cultura y los
medios de comunicación, la economía, la banca, el deporte y toda la ciudadanía,
obligada a respetar las leyes legítimas, sin que ello suponga renunciar a su
modificación en lo que resultare útil y necesario, usando los cauces previstos
para ello y no por el mero desacato.
Galdós
recuerda en sus Episodios Nacionales que se gritaba en las calles ¡Viva la
Milicia Nacional! Cuando de la Milicia no queda más que el recuerdo que a la
Sociedad Filantrópica corresponde mantener, invitamos a la opinión pública a
honrar a quienes en 1822 defendían estos principios y repitamos un año más:
¡Viva la Constitución! ¡Viva el Rey! ¡Viva España!
José
Luis Sampedro Escolar Presidente de la SFMNV
Publicado
por La Mesa de los Notables.