En el día de ayer
pudimos ver publicado en ABC un artículo que don Francisco de Borbón, duque de
Sevilla (GdE) y consejero magistral del Cuerpo de la Nobleza del Principado de
Asturias dedica a la memoria de doña María del Carmen Dávila y Ponce de León, dama
de este cuerpo nobiliario, recientemente fallecida, que hemos querido
reproducir en su integridad.
Ha fallecido en Madrid
una gran señora, María del Carmen Dávila y Ponce de León, viuda de Rodríguez de
Maribona. Carmina Dávila, como la ha llamado siempre su familia y amigos, había
nacido en Madrid, siendo de familia de origen sevillano, tanto por Dávila como
por Ponce de León. Sufrió muy niña la muerte de su padre, asesinado en la
guerra civil, y vivió con sus abuelos el general Manuel María Dávila y Ávalos y
Carmen de Arízcun y Carrera, cursando sus estudios en el colegio de la
Asunción. Un hermano de su padre, José Luís Dávila y de Arízcun, colaboró
muchos años con ABC, con sus caricaturas diarias y sus críticas taurinas.
Mª del Carmen Dávila y Ponce de León. |
En Madrid conoció muy
joven al que sería su marido, cuando éste estudiaba su carrera de marino
mercante, Carlos Rodríguez de Maribona y Valdés, que pertenecía a una familia
de gran raigambre asturiana, propietarios que fueron de la Banca Maribona,
fundada en el siglo XIX. Fueron padres de siete hijos, Carlos, periodista y
crítico gastronómico de ABC, Belén, doctora en biología, Manuel Mª,
historiador y escritor, Óscar, periodista que fue también de ABC, Ignacio,
historiador, y Álvaro y Almudena que realizaron estudios de administración de
empresas, teniendo que soportar el dolor de la pérdida de dos de ellos, Belén y
Óscar. Fue abuela de once nietos, Covadonga, Carlos, María, Miguel, Ana, Óscar,
Blanca, Natalia, Jaime, Nicolás y Carmen, y hace solo unos días, en la primera
comunión de sus dos nietos más pequeños, Nicolás y Carmen, le comunicaron que
su nieto Carlos le iba a hacer bisabuela, lo que le llenó de emoción
enormemente, aunque lamentablemente no pudiera llegar a conocer a su primer
bisnieto.
Carmina Dávila desde el
primer momento se enamoró de la tierra asturiana, y muy especialmente de
Salinas, su lugar de veraneo de siempre, y donde ha pasado la mayor parte del
tiempo residiendo en los últimos años, contando siempre con el caluroso afecto
de muchos amigos que la han querido y apreciado por su sencillez, elegancia y
exquisito trato que le caracterizaba siempre, con sus palabras amables y su
sempiterna sonrisa. Como destacó el párroco de la iglesia del Carmen en su
funeral, quién la había conocido bien, Carmina era una mujer de gran corazón,
volcada en labores sociales, inteligente, y lectora empedernida que gustaba de
estar al día de todas las noticias y de las nuevas tecnologías informáticas de
comunicación.
Artículo original de ABC. |
Carmina Dávila era dama
de justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge, en la que la recibió
S.A.R. el infante Don Carlos de Borbón Dos-Sicilias, duque de Calabria; de la
Orden de San Miguel del Ala, siendo S.A.R. Don Duarte de Portugal, duque de
Braganza, el que le impuso personalmente sus condecoraciones, y del Cuerpo de
la Nobleza del Principado de Asturias, que tengo la satisfacción y el honor de
presidir, y donde he tenido la oportunidad y el inmenso placer de conocerla y
tratarla.
Aunque falleció
repentinamente en su casa de Madrid, era su deseo que se celebrase la Misa
Corpore in Sepulto en la parroquia de Salinas, y ser enterrada junto a su
marido en el panteón familiar de los Maribona, en el cementerio de la Carriona
de Avilés. Nos unimos al inmenso dolor de sus hijos y nietos, que la han
acompañado en sus últimos momentos, y pido una sincera oración por la salvación
de su alma. Que descanse en paz.
Francisco de Borbón,
duque de Sevilla.
Publicado por La Mesa de
los Notables.