Muchas
son las obras de Carlos Navarro a las que hemos dedicado un post en nuestro
blog, y con las que hemos disfrutado entrada tras entrada, pero quizá ninguna
nos ha sabido trasmitir con sus pinceladas la majestuosidad y la serenidad que
ha sido capaz de plasmar el autor en esta acuarela.
Inspirada
en otra del siglo XVIII, trasciende de lo meramente heráldico y decorativo,
convirtiéndose en la viva voz de lo que en ese mismo instante imaginamos que
sentía el autor. Obra de gran sensibilidad y delicadeza lumínica, con un
maravilloso uso del color verde que se
nos antoja esperanzador y nostálgico.
Recorriendo la obra pictórica de Carlos Navarro, enseguida
podemos adivinar tras los pinceles a una persona meticulosa y extremadamente
ordenada, sensible y con un gusto extraordinario capaz de transmitir, a las
composiciones heráldicas que se le encargan, esa elegancia y colorido que las
caracteriza.
Acuarela
sobre papel de alta calidad encargada por
el doctor Brenton Simons.
Para
saber más sobre la obra de Carlos Navarro aquí.
Publicado
por La Mesa de los Notables.