domingo, 20 de octubre de 2019

CRÓNICA DE LOS ACTOS DE LA MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE CASTILLA EN SEGOVIA.

Como ya adelantamos en este blog, en la entrada correspondiente al pasado día 8 de este mismo mes, el ultimo 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional y de la Hispanidad y festividad de Nuestra Señora del Pilar, patrona de la Guardia Civil, se reunió en la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Segovia la Maestranza de Caballería de Castilla.
Los actos comenzaron con una comisión de maestrantes, presidida por el vicedecano, el señor marqués de Astorga, que acompañó a la Guardia Civil y autoridades durante la misa solemne celebrada a las diez y media en la catedral en honor de la patrona de ese cuerpo policial.
A las doce en punto se iniciaron los actos convocados por la Comandancia de la Guardia Civil en la plaza del Azoguejo, a los pies del Acueducto, para conmemorar el 175 aniversario de su feliz fundación por el duque de Ahumada, allá por el 1844. Fueron presididos por el teniente coronel jefe, don José Luis Ramírez Gómez, y la subdelegada del Gobierno doña Lirio Martín, estando presentes todas las autoridades civiles y militares de la ciudad, la provincia y la comunidad autónoma. La bellísima plaza y sus aledaños se hallaban completamente llenos de un público enfervorizado, que lanzaba continuos gritos de adhesión a España y a la Guardia Civil. Medio centenar de maestrantes asistieron, en lugar destacado, al izado de la Bandera Nacional a los acordes de la Marcha Real.

El vizconde de Ayala y marques de la Floresta, don Alfonso de Caballos-Escalera y Gila, diputado decano de la Maestranza, imponiendo al guión de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia la corbata de honor de este cuerpo castellano.
Acto seguido,  el diputado decano marqués de la Floresta, impuso la corbata de honor que la Maestranza ha concedido a la Comandancia segoviana, una bella presea bordada a mano con sus armas y una dedicatoria, al Guión de la unidad, en manos del Teniente Coronel Ramírez. El acto continuó  con la entrega de condecoraciones a los miembros distinguidos del Benemérito Cuerpo y de otros, y los discursos de la alcaldesa de Segovia  doña Clara Luquero, del teniente coronel, y de la subdelegada del Gobierno, tras los cuales tuvo lugar un respetuoso homenaje a los guardias civiles caídos por España. Esta brillante y lucida ceremonia concluyó con el desfile de la fuerza ante las autoridades, que se trasladaron seguidamente hasta la Comandancia, donde tuvo lugar el tradicional brindis por S.M. el rey, seguido de un vino de honor en el que participaron casi quinientas personas.
Horas después, en la Casona del Esquileo, monumento nacional edificado en 1762 y situado en el vecino lugar de Cabanillas del Monte (Segovia), tuvo lugar la ceremonia del recibimiento de nuevos maestrantes, presidido por el diputado decano marqués de la Floresta, acompañado del vicedecano marqués de Astorga, el secretario don  Luis de Cevallos-Escalera, y los diputados don Rafael Feria, el doctor don Fabio Cassani, conde de Giraldeli, don Carlos Franco, don Enrique López-Pozas y don  Eduardo Torquemada.

Asistieron como  invitados el coronel delegado del Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Torrecaballeros, y representaciones de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, Orden de San Lázaro de Jerusalén, Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, Real Estamento Militar del Principado de Gerona y Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
Emblema de la MCC.
El testero del gran salón, en que se encuentra el oratorio familiar, estaba engalanado con banderas y gallardetes, y con la doble imagen de Nuestra Señora de la Fuencisla, en un soberbio óleo barroco de Cristóbal Pérez de Teruel y en una loza siciliana obsequiada por el caballero maestrante doctor don  Diego Spanò; además de un soberbio repostero con las armerías corporativas, donado por el caballero maestrante don  José María Amar.
Tras la solemne invocación al Espíritu Santo, fueron recibidos, con las solemnidades de costumbre, veintidós nuevos miembros entre caballeros y damas. El acto terminó con el  rezo de  un responso por los maestrantes difuntos y sus familiares que les encomendó a su patrona la Virgen de la Fuencisla, cuyo himno entonaron las voces del coro Audite, que dignificó con sus cantos e instrumentos musicales toda la ceremonia. La que concluyó con unas palabras del decano a todos los maestrantes, tras las cuales sonaron los acordes de la Marcha Real.
En el mismo gran salón del Esquileo se ofreció, al centenar largo de asistentes e invitados,  una espléndida cena de hermandad servida por el restaurante La Trébede, que concluyó con los sólitos vivas al rey y a España.


Publicado por La Mesa de los Notables.