Como ya adelantamos en
este blog, en la entrada correspondiente al pasado día 8 de este mismo mes, el
ultimo 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional y de la Hispanidad y
festividad de Nuestra Señora del Pilar, patrona de la Guardia Civil, se reunió
en la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Segovia la Maestranza de Caballería de
Castilla.
Los actos comenzaron con
una comisión de maestrantes, presidida por el vicedecano, el señor marqués de
Astorga, que acompañó a la Guardia Civil y autoridades durante la misa solemne
celebrada a las diez y media en la catedral en honor de la patrona de ese cuerpo policial.
A las doce en punto se
iniciaron los actos convocados por la Comandancia de la Guardia Civil en la
plaza del Azoguejo, a los pies del Acueducto, para conmemorar el 175
aniversario de su feliz fundación por el duque de Ahumada, allá por el 1844.
Fueron presididos por el teniente coronel jefe, don José Luis Ramírez Gómez, y
la subdelegada del Gobierno doña Lirio Martín, estando presentes todas las
autoridades civiles y militares de la ciudad, la provincia y la comunidad
autónoma. La bellísima plaza y sus aledaños se hallaban completamente llenos de
un público enfervorizado, que lanzaba continuos gritos de adhesión a España y a
la Guardia Civil. Medio centenar de maestrantes asistieron, en lugar destacado,
al izado de la Bandera Nacional a los acordes de la Marcha Real.
Acto seguido, el diputado decano marqués de la Floresta,
impuso la corbata de honor que la Maestranza ha concedido a la Comandancia
segoviana, una bella presea bordada a mano con sus armas y una dedicatoria, al
Guión de la unidad, en manos del Teniente Coronel Ramírez. El acto
continuó con la entrega de condecoraciones
a los miembros distinguidos del Benemérito Cuerpo y de otros, y los discursos
de la alcaldesa de Segovia doña Clara
Luquero, del teniente coronel, y de la subdelegada del Gobierno, tras los
cuales tuvo lugar un respetuoso homenaje a los guardias civiles caídos por
España. Esta brillante y lucida ceremonia concluyó con el desfile de la fuerza
ante las autoridades, que se trasladaron seguidamente hasta la Comandancia,
donde tuvo lugar el tradicional brindis por S.M. el rey, seguido de un vino de
honor en el que participaron casi quinientas personas.
Horas después, en la
Casona del Esquileo, monumento nacional edificado en 1762 y situado en el
vecino lugar de Cabanillas del Monte (Segovia), tuvo lugar la ceremonia del
recibimiento de nuevos maestrantes, presidido por el diputado decano marqués de
la Floresta, acompañado del vicedecano marqués de Astorga, el secretario
don Luis de Cevallos-Escalera, y los
diputados don Rafael Feria, el doctor don Fabio Cassani, conde de Giraldeli,
don Carlos Franco, don Enrique López-Pozas y don Eduardo Torquemada.
Asistieron como invitados el coronel delegado del Ministerio
de Defensa y el Ayuntamiento de Torrecaballeros, y representaciones de la Sacra
y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén,
Orden de San Lázaro de Jerusalén, Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, Cuerpo
de la Nobleza del Principado de Asturias, Real Estamento Militar del Principado
de Gerona y Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
Emblema de la MCC. |
El testero del gran
salón, en que se encuentra el oratorio familiar, estaba engalanado con banderas
y gallardetes, y con la doble imagen de Nuestra Señora de la Fuencisla, en un
soberbio óleo barroco de Cristóbal Pérez de Teruel y en una loza siciliana
obsequiada por el caballero maestrante doctor don Diego Spanò; además de un soberbio repostero
con las armerías corporativas, donado por el caballero maestrante don José María Amar.
Tras la solemne
invocación al Espíritu Santo, fueron recibidos, con las solemnidades de
costumbre, veintidós nuevos miembros entre caballeros y damas. El acto terminó
con el rezo de un responso por los maestrantes difuntos y
sus familiares que les encomendó a su patrona la Virgen de la Fuencisla, cuyo
himno entonaron las voces del coro Audite, que dignificó con sus cantos e
instrumentos musicales toda la ceremonia. La que concluyó con unas palabras del
decano a todos los maestrantes, tras las cuales sonaron los acordes de la
Marcha Real.
En el mismo gran salón
del Esquileo se ofreció, al centenar largo de asistentes e invitados, una espléndida cena de hermandad servida por
el restaurante La Trébede, que concluyó con los sólitos vivas al rey y a España.
Relacionado:http://lamesadelosnotables.blogspot.com/2019/10/acto-de-recibimiento-de-nuevos-miembros.html
Publicado por La Mesa de
los Notables.