viernes, 13 de marzo de 2020

FAMILIAS QUE SE HICIERON NOBLES USURPANDO SUS APELLIDOS.

En la web que mantiene la Universidad de Córdoba, se publica en el día de hoy un artículo que por su temática nos parece muy interesante, y que, del mismo modo, queremos compartir con todos nuestros lectores y amigos.

Familias que se hicieron nobles usurpando sus apellidos.

El investigador de la Universidad de Córdoba Enrique Soria Mesa ha estudiado la usurpación de apellidos como una de las estrategias de ascenso social en la España entre los siglos XVI y XVIII.

¿Es lo mismo ser que parecer? En el Antiguo Régimen parecer noble -tener dinero, una casa solariega, criados- era una buena forma de acercarse al grupo social dirigente y, en cierta manera, ser noble. Al contrario de lo que siempre se ha pensado, la sociedad del Antiguo Régimen no era estática. Algunos grupos sociales ajenos a la nobleza iban adquiriendo poco a poco símbolos de estatus que les permitía ascender hasta alcanzar el más alto escalafón social.El broche final a este proceso de asimilación no era otro que el de adquirir un apellido de alguna familia noble o, al menos, uno que sonara como si lo fuera. 
El catedrático de História Moderna de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de Córdoba, don Enrique Soria Mesa, responsable de la investigación.

Mediante múltiples estrategias, muchas familias cambiaron sus apellidos no sólo para adquirir mayor prestigio sino también como una manera de demostrar una aparente limpieza de sangre. “En esta práctica, los más activos fueron los judeoconversos”, afirma Enrique Soria Mesa, investigador de la Universidad de Córdoba responsable del estudio. “A pesar de que son excluidos del poder por su propia esencia, a través del dinero o de servicios a la Corona consiguen generar una imagen de nobleza y acaban convirtiéndose en ellos, borrando cualquier lazo con el pasado”. 
Las estrategias que seguían estos grupos sociales para cambiar sus apellidos eran múltiples. No existían reglas en la asignación de apellidos por entonces, por lo que era relativamente fácil de ocultar.Muchas veces se hacía sin el consentimiento de la familia noble pero en otras ocasiones eran estos los que aceptaban a los nuevos integrantes a cambio de sobornos.
Hasta ahora, estas estrategias eran prácticamente desconocidas para el mundo académico. Una vez adquiridos los apellidos, las familias trataban de borrar el rastro de su pasado, destruyendo o falsificando todos los documentos posibles, lo que dificulta la investigación. El historiador Enrique Soria detectó la existencia de esta práctica por azar mientras investigaba otras cuestiones. No era algo puntual, sino que se repetía en multitud de casos. “Es una cuestión muy compleja de investigar. Requiere una consulta masiva de información y un cruce de fuentes documentales, algo muy complicado”, explica.
Logo de la Universidad de Córdoba.
Al contrario de lo que se pudiera pensar en un primer momento, no existía una oposición visible aunque tampoco se reconocía abiertamente. De alguna forma este ascenso social encubierto contribuía a mantener la imagen de que el orden social era inalterable y a impedir su colapso. “Es una forma de reforzar el sistema desde dentro”, explica el investigador. Aceptar a nuevos integrantes en la clase dirigente, tan o más poderosos económicamente que ellos, aseguraba el mantenimiento del orden social y evitaba quelo intentaran destruir desde fuera. Quizás, de otro modo, la revolución francesa habría tenido lugar en España y mucho antes de lo esperado.
El Laboratorio de Estudios Judeoconversos de la Universidad de Córdoba,que dirige Enrique Soria, tiene una larga experiencia en la promoción y difusión del conocimiento sobre la minoría conversa de origen judío. Actualmente, se encuentran embarcados en un proyecto para desarrollar una aplicación móvil para desvelar el pasado judeoconverso que se esconde en las calles de Córdoba. “Nuestro objetivo es atraer a personas interesadas por la historia judía y judeoconversa y generar turismo de calidad”, afirma.
Además, hace poco comenzaron un proyecto para digitalizar toda la documentación Notarial de Córdoba, cuya primera fase comprende unos 5 millones de imágenes. Su intención a largo plazo es llegar a crear un registro digital de toda la documentación histórica, no sólo de Córdoba sino de toda España. Un proyecto ambicioso pero necesario. No sólo facilitaría la investigación en el ámbito académico sino también el conocimiento de la historia por parte de cualquier persona interesada en descubrir el pasado.

Se puede leer el artículo original haciendo click sobre el logo de la Universidad de Córdoba.

Publicado por La Mesa de los Notables.