Por don José B.Boces Diago.
Intendente jubilado de la Policía Local de Soria y Licenciado en Geografía e Historia.
Vaya por delante que con
este artículo no se pretende en ningún caso poner en cuestión ni la erudición
ni los conocimientos ni tampoco el prestigio intelectual del marqués del
Saltillo o de don Blas Taracena, pero sí que se intentará, aportando para ello
la documentación que lo acredita, demostrar que el pendón de la ciudad de Soria
era de color rojo y de este modo dar continuidad, después de casi cien años, a
los artículos que en octubre de 1925 publicaron ambos en la prensa local con
motivo de la entrega al Ayuntamiento, el día 1 de ese mismo mes, de una bandera
de la ciudad de color blanco.
En el primer artículo,
aparecido en El Avisador Numantino el día 3 de octubre, el marqués del Saltillo
consideraba que el blanco era un color ajeno a la tradición de las divisas e
insignias españolas, que el pendón de la ciudad había sido siempre de color
azul y que «reemplazar al viejo pendón con el actual (…) modernamente
confeccionado» suponía una «innovación (…) lastimosa» que rompía con la
tradición soriana. Por su parte don Blas Taracena, en el artículo que publicó
tres días después en La Voz de Soria, conciliaba el uso del color que defendía
el marqués del Saltillo con otros y que el pendón había pasado del rojo al azul
en la segunda mitad del siglo XVIII, para terminar en el blanco de la bandera
que se había entregado días antes. Desde nuestro punto de vista ninguno de los
dos acertó en sus consideraciones, puesto que tras las investigaciones
realizadas en el Archivo Municipal creemos suficientemente acreditado que el
color del pendón de la ciudad de Soria ha sido de color rojo, al menos desde
1598 hasta 1834; también que el color azul, en las fechas en las que aparece
referenciado por tres autores distintos —y en concreto por Lopérraez— no era el
que lucía el pendón de la ciudad y de igual manera que, en esas fechas al
menos, por nuestra parte, no hemos encontrado ninguna referencia documental que
nos lleve a pensar que fuera de color blanco.
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Fachada del Ayuntamiento de Soria. |
Loperráez en el tomo II de
su Descripción histórica del Obispado de Osma, página 106, (Biblioteca Digital
de Castilla y León URL: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=10067323) , señala que el pendón de la ciudad era azul y de ahí toma la cita el marqués
del Saltillo, el cual sin indicarnos ninguna otra referencia lo lleva con este
color hasta la batalla de las Navas de Tolosa, en la que efectivamente
participaron las milicias concejiles de Soria ocupando una de las «costaneras»
de la línea central del ejército cristiano junto con las de Almazán, Atienza,
San Esteban de Gormaz, Berlanga, Ayllón y Medinaceli (Francisco García Fitz,
Las Navas de Tolosa, p. 217). También Pedro Tutor y Malo en su obra Compendio
historial de las dos Numancias…, página 178, publicada en 1690 señala que era
de damasco azul (se puede consultar en la Biblioteca Digital de Castilla y
León, URL: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=3692). De igual manera en La Numantina…, página 85v, Francisco Mosquera de Barnuevo
a principios del siglo XVII nos dice en el canto cuarto que era «Vn azul
estandarte muy galano» (ien la Biblioteca Digital de Castilla y León URL: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=10067411 ).
Desconocemos las fuentes
que manejaron estos tres autores y por supuesto si realmente llegaron a ver el
pendón de la ciudad, aunque sospechamos que no fue así, puesto que como veremos
a continuación en los años en que salieron a la luz estas publicaciones el
pendón de la ciudad, este no era ni mucho menos de color azul. De igual modo,
como decíamos antes, tampoco hemos encontrado ninguna referencia que nos
indique que su color fue blanco; el propio don Blas Taracena sugiere que su
adopción para la bandera de la ciudad se efectuaría ya en una época tardía con
el cambio de dinastía y que tuvo su origen en el color blanco de la bandera del
Regimiento Provincial de Soria, color que por otra parte era el de todas las
banderas de estas unidades desde que fueron creadas en 1734 hasta que se cambió
a rojigualda en 1843; basándose en ello considera que está suficientemente
justificado que el Ayuntamiento de Soria adoptara el color blanco para la
bandera de la ciudad. (Información sobre las banderas de los regimientos
provinciales en la publicación de Francisco Vela y Luis Grávalos, Los
Regimientos Provinciales, páginas 113 a 143; la descripción del escudo de la
bandera del Regimiento de Soria está en la página 136).
Por lo que hace al color
rojo si solo dispusiéramos de la referencia de la Numantina… de Martel —citada
también por don Blas Taracena y fechada según los especialistas a finales del
siglo XVI— la cual señala que el pendón era «de damasco carmesí bordadas en
hilo de oro las armas de la ciudad» (página 69 de la edición de la Caja General
de Ahorros de Soria y el Centro de Estudios Sorianos de 1967), podríamos tener
dudas razonables generadas por la existencia, como hemos visto, de otras
referencias de autores más o menos contemporáneos que nos lo presentan de color
azul; afortunadamente disponemos al menos de dos documentos, también de finales
del siglo XVI, que nos hablan del pendón de la ciudad, uno de ellos ratifica en
todo lo que recoge Martel, en tanto que el otro, fechado pocos años antes, nos
permite pensar incluso que pudiera ser ese su color desde mucho tiempo atrás.
En las Preeminencias de los Doce Linajes,
documento elaborado en 1571 por Alonso Ramírez y en la que hace referencia al
nombramiento de los Caballeros del Pendón (folios 8 y 8v), aunque no menciona
el color del pendón sí que apunta dos noticias sobre él que creemos relevantes:
en primer lugar habla de su antigüedad remarcando que es «antiquísimo» y a
continuación señala que tiene esculpidas en hilo de oro las armas de la ciudad,
algo que se repetirá a lo largo de los siglos. Pocos años después, el 6 de
diciembre de 1598 con motivo de la ceremonia del levantamiento del pendón que
celebra la ciudad a la llegada al trono del nuevo monarca Felipe III, en el
acta de la misma, claramente queda reflejado que el pendón era de tafetán
encarnado con las armas de la ciudad. Así pues, salvo que se presente otra
referencia documental anterior o contemporánea que pudiera decir lo contrario y
considerando que en los pocos años que median entre ambos documentos parece
difícil que el pendón hubiera sufrido modificaciones tanto en el color como en
la forma y tampoco hemos encontrado ninguna noticia que lo indique; igualmente
podemos colegir, aunque evidentemente como hipótesis, que el color rojo venía
siendo usado desde antiguo, algo que no debe parecernos extraño puesto que como
es sabido su uso fue bastante habitual en la Corona de Castilla. Por su parte
en las dos actas que se levantaron en el siglo XVII con motivo de las
ceremonias de levantamiento del pendón de la ciudad volvemos a encontrar que
este era de color rojo: en la de Felipe IV, que se efectúa el 6 de junio de
1621, se dice que era de tafetán encarnado con las armas de la ciudad grabadas
de oro y en la de Carlos II de 26 de noviembre de 1665 que era de tafetán
carmesí también con las armas de la ciudad bordadas en oro.
Ya en siglo XVIII basta
consultar las actas levantadas con motivo de la proclamación de los reyes para
comprobar que la hipótesis del cambio al color blanco con motivo de la llegada
al trono de la nueva dinastía es errónea, puesto que hemos constatado que en
todas las ceremonias que se celebraron sin ninguna excepción el pendón continuó
siendo de color rojo: el 22 de diciembre de 1700, en el levantamiento del
pendón del rey Felipe V, el escribano con absoluta claridad señala que era de
tafetán carmesí con la armas de la ciudad bordadas en oro; de igual manera
aparece descrito en el acta levantada del 12 marzo de 1724 con motivo de la
aclamación de Luis I y en la de proclamación de Fernando VI celebrada el 25 de
septiembre de 1746; de este acta hace una transcripción don Antonio Pérez Rioja
en su Crónica de la provincia de Soria de 1867, aunque de ella curiosamente no
hacen ninguna mención ni Taracena ni Saltillo (se puede consultar en la
Biblioteca Digital de Castilla y León, URL: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=746
, páginas 39 y 40). Por su parte en la ceremonia que se realiza con motivo de
la proclamación de Carlos III el 14 de octubre de 1759, en el pendón que es de
«Damasco carmesí» aparece una innovación significativa ya que sobre las armas
de la ciudad se han añadido las de Castilla y la flor de lis de la Casa de
Borbón; esta misma descripción la encontramos en la última realizada este siglo
el día 29 de julio de 1789 con motivo de la proclamación del rey Carlos IV. En
definitiva podemos concluir sin asomo de duda que tampoco en el XVIII se
produjo modificación alguna en el color del pendón de la ciudad aunque sí en la
de las armas que aparecían en él puesto que a las de la ciudad se le añadieron
las de Castilla y la flor de lis de la Casa de Borbón.
En el siglo XIX Se
levantaron dos actas que recogen sendas ceremonias de proclamación real, la de
Fernando VII y la de Isabel II, ambas celebradas en circunstancias muy
difíciles para la ciudad y para la nación: el día 8 de octubre de 1808 con los
franceses casi a las puertas de Soria, entrarían en ella el 21 de noviembre, se
proclama rey a Fernando VII y el color del pendón continua siendo carmesí. En
la de Isabel II que tuvo lugar el domingo 27 de abril de 1834 —última realizada
siguiendo el ceremonial del Antiguo Régimen, con la guerra carlista ya
comenzada— en el acta se detalla cómo el corregidor Benito Marcilla y López
entrega al regidor decano Antonio González Calahorra el pendón real de la
ciudad que era «(…) de damasco carmesí con las Armas de esta Ciudad de ilo de
oro por los dos frentes y sobre ellos las Armas Reales de Castilla en dos
escudos de plata (…)».
A la vista de todos estos testimonios
acumulados durante más de dos siglos entendemos que está suficientemente
acreditado que el color tradicional del pendón de la ciudad de Soria ha sido el
rojo, probablemente desde muy antiguo incluso tal vez desde siempre, pero con
absoluta certeza desde el siglo XVI hasta el primer tercio del siglo XIX,
creemos por ello que sería de justicia su recuperación y estaría absolutamente
justificada su incorporación, en todo o en parte, a la bandera de la ciudad.
No puedo terminar sin
dejar constancia de mi agradecimiento al catedrático don Juan Antonio Gómez
Barrera, al archivero municipal de Soria don José Antonio Martín de Marco y al
ayudante del citado archivo don Eduardo Muro que han hecho la lectura previa de
estas notas: sus sugerencias, aportaciones, información y ayuda en la búsqueda
documental han sido de enorme importancia para la elaboración de este artículo;
también al escritor y Secretario General de la Red de Ciudades Machadianas don
Ángel Almazán que me proporcionó las referencias y copias de los artículos de
la prensa local, así como las notas que realiza del recopilador de los mismos
en 1945; y por último al erudito e investigador don José Ignacio Esteban
Jaúregui también por sus acertadas indicaciones y encaminar mis pasos en la
búsqueda de la información necesaria para la localización de las referencias
sobre el pendón de los años 1700 y 1808. Cuanto de bueno se contiene en este
artículo a ellos se debe; las opiniones, hipótesis o errores que pudiera haber
son de mi exclusiva responsabilidad.
José B. Boces Diago.
NOTA. Los
documentos consultados en el Archivo Municipal de Soria son por una parte el
relativo a las Preeminencias de los Linajes, que es el número 35 de los que se
contienen en la Caja nº 7 del Fondo de Linajes, por otra las actas 3 realizadas
con motivo de las ceremonias de levantamiento del pendón y de proclamación de
los reyes recogidas en los siguientes libros de Acuerdos del Pleno del
Ayuntamiento: - Felipe III en la Caja 7, libro 2; folios 162v, 163, 163v y 164.
- Felipe IV en la Caja 9, libro de 23 de mayo de 1614 hasta 23 de agosto de
1627; folios 226 y 226v. - Carlos II en la Caja 12, libro de 26 de abril de
1652 hasta 28 de mayo de 1668; folios 392v, 393, 393v, 394 y 394v. - Felipe V
en la Caja 22, libro 1. - Luis I en la Caja 27, libro de 2 de enero de 1721
hasta 18 de octubre de 1734. - Fernando VI en la Caja 26, libro de 3 de enero
de 1735 hasta 24 de septiembre de 1756. - Carlos III en la Caja 29, libro de 3
de enero de 1757 hasta 10 de mayo de 1768; folios 149, 149v, 150, 150v y 151. -
Carlos IV en la Caja 34. - Fernando VII en la Caja 35-1,libro de 17 de abril de
1807 a 5 de agosto de 1814; folios 119, 119v, 120, 120v, 121 y 121v. - Isabel
II en la Caja 39, libro 1; folios 65, 65v, 66, 66v, 67, 67v y 68.
Artículo original
publicado: https://elige.soria.es/sobre-el-pendon-de-la-ciudad-de-soria-parte-2a/
Publicado por La Mesa de los Notables.