domingo, 30 de noviembre de 2025

UN ESTUDIO PIONERO SOBRE SANTO DOMINGO EL REAL, MARCA EL INGRESO DE EUGENIO SERRANO EN LA SOCIEDAD TOLEDANA DE ESTUDIOS HERÁLDICOS Y GENEALÓGICOS.

 

En Toledo a 28 de noviembre de 2025.

La Sociedad Toledana de Estudios Heráldicos y Genealógicos (STEHG) celebró este viernes, en el Coro del Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo, el acto solemne de ingreso como Consejero de Número de  don Eugenio Serrano Rodríguez, doctor en Historia, archivero e investigador con una amplia trayectoria en el estudio de linajes, heráldica y documentación nobiliaria.

Serrano Rodríguez leyó su discurso de ingreso, titulado “Vere Dominus est in loco isto: emblemática e identificación familiar de los Ayala y los Barroso de Ribera en el Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo”. En él analizó la vinculación histórica de estos linajes con el convento toledano desde finales del siglo XIV, destacando la relevancia de figuras como Inés de Ayala, Teresa de Ayala y María de Castilla en la consolidación del patronazgo familiar y en la configuración del monasterio como panteón y centro de memoria dinástica.

Tras la intervención, el presidente de la STEHG, don José María San Román Cutanda, impuso al nuevo Consejero la Medalla número XI y entregó el título acreditativo.
En su intervención, San Román destacó que “Eugenio Serrano es una de las voces más sólidas de la investigación heráldica y genealógica en Toledo”, y añadió que “su ingreso como Consejero de Número es un reconocimiento a una trayectoria científica ejemplar y a un compromiso constante con el patrimonio documental”.
El presidente subrayó asimismo que “la STEHG gana hoy a un investigador brillante y a un miembro comprometido y leal, cuya labor en archivos nobiliarios y conventuales ha permitido iluminar aspectos esenciales de la historia toledana”.

El acto contó con la presencia de miembros de la Sociedad, investigadores, representantes institucionales y asistentes vinculados al patrimonio histórico y documental de la ciudad.

Publicado por La Mesa de los Notables.


viernes, 28 de noviembre de 2025

INVESTIDURA DE CARLOS V EN SEGOVIA 2025.

 

En seno de la Sociedad Heráldica Española, don Guillermo Torres-Muñoz y don José María de Montells y Galán impulsados por la idea del general don Juan José Hernández Rovira, de los coroneles Rodríguez Agustín y Dueñas Díaz, así como del teniente coronel Arredondo Acuña, decidieron fundar una Hermandad de Caballeros unidos por su devoción a Santa Bárbara, denominándola “Imperial Orden Hispánica de Carlos V” en honor y recuerdo al césar Carlos.


INVESTIDURA DE LA IMPERIAL ORDEN HISPÁNICA DE CARLOS V EN  LA CIUDAD DE SEGOVIA 2025.

A las 12:00 horas del sábado 22 de noviembre se celebró, en la iglesia de San Millán de Segovia, el acto de Investidura de Caballeros y Damas de la Imperial Orden Hispánica de Carlos V, corporación caballeresca de carácter honorífico creada en octubre de 1987 por distinguidos miembros de la Sociedad Heráldica Española (S.H.E).
El acto estuvo presidido por Don Enrique de Borbón y García-Lóbez, Gran Maestre de la corporación. Tras la celebración de la Santa Misa, se procedió al Cruzamiento de 29 caballeros y a la imposición de Lazos a 9 damas. A la ceremonia asistieron miembros de la Orden procedentes de diversos países -entre ellos Portugal, Finlandia, México, Estados Unidos y Panamá-, así como distintas autoridades, entre las que destacamos al embajador de Panamá en España. Finalizados los actos, los asistentes disfrutaron de una grata comida de hermandad en los salones del Hotel Cándido.

Esta corporación se define en sus Ordenanzas como “una hermandad de Caballeros, unidos por su devoción a Santa Bárbara, el recuerdo del César Carlos y la obra Universal de España”, y desde 1992 cuenta como regidor perpetuo con S.A.R. Don Juan de Borbón, abuelo del actual Rey de España, Don Felipe VI.
Su propósito fundacional es conmemorar la Hispanidad, divulgar la figura del Emperador Carlos V y distinguir a personalidades relevantes de las artes, las ciencias y de cualquier ámbito que contribuya al enriquecimiento, consolidación y engrandecimiento de España.


La corporación agrupa a caballeros y damas procedentes de la mayoría de los países de Hispanoamérica y Europa. Pueden ingresar en ella tanto españoles  como extranjeros cuya trayectoria, prestigio y compromiso con la Hispanidad y con la memoria histórica del reinado del César Carlos los haga merecedores de tal distinción. Desde 1989 esta ceremonia se ha celebrado en el Alcázar de Segovia y, desde 2008, también en el Real Monasterio de San Jerónimo de Granada.

Imagen: https://ambientecomunicacion.com/imperial-orden-hispanica-de-carlos-v/
Publicado por La Mesa de los Notables.

jueves, 27 de noviembre de 2025

¿TOISÓN ESPAÑOL O TOISÓN AUSTRIACO? LA ENCRUCIJADA DE UN SÍMBOLO.

 

Hace no muchos días, un buen amigo, aficionado a la historia y a los temas que suelo tratar en este blog, me lanzó una pregunta durante una conversación que había empezado de manera trivial. Hablábamos de las recientes concesiones del Toisón de Oro: el otorgado a la Reina Doña Sofía y los concedidos a Don Felipe González, Don Miquel Roca y Don Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, tres figuras clave en la arquitectura política de la España que hoy conocemos.
-Dime una cosa, me preguntó: de entre los dos Toisones, el español y el austriaco, ¿cuál es en realidad el legítimo?
La pregunta tenía algo de inocente y bastante de provocativa. Porque cada vez que la Corona concede el Toisón, especialmente a personalidades de cierto peso histórico, reaparece una discusión que nunca termina de cerrarse: la historia de la orden no es lineal, ni pacífica, ni estrictamente unívoca.
El comentario de mi amigo me recordó hasta qué punto esta distinción, que a ojos de muchos puede parecer meramente ceremonial, sigue conectada con los antiguos debates sobre monarquía, dinastía y soberanía. Y, sobre todo, cómo su sentido actual no puede comprenderse sin mirar al pasado, hacia la fecha en que la orden se dividió en dos ramas que aún hoy reclaman su propia continuidad.
Dado el interés que este tema suscita desde hace años, me atrevo a ofrecer unas pinceladas, en el estrecho margen que permite este blog, sobre la legitimidad que respalda, en mi opinión, a cada uno de los Toisones que conviven en nuestro siglo XXI.

Entonces, ¿cuál es el auténtico?

Las dos ramas del Toisón de Oro: historia de una división y de dos legitimidades.

La Orden del Toisón, fundada en 1430 por Felipe el Bueno, forma parte del pequeño conjunto de instituciones europeas que han atravesado siglos de transformaciones políticas sin perder su prestigio. Su historia, sin embargo, no es una línea recta. Desde comienzos del siglo XVIII, la orden existe en dos ramas distintas, la española y la austriaca, cuya coexistencia suscita la pregunta de cuál de ellas es “la legítima”. La respuesta exige revisar el origen de esa división y los fundamentos que han sostenido la continuidad de ambas.

De Borgoña a los Habsburgo: la consolidación de un símbolo.
La fundación de la Orden del Toisón de Oro respondió, sin lugar a dudas, a las necesidades políticas del Estado borgoñón: reforzar la autoridad del Duque y aglutinar a su nobleza bajo un programa de fidelidad y prestigio. Con el matrimonio entre María de Borgoña y Maximiliano de Habsburgo, la orden pasó a ser un instrumento dinástico de la nueva casa y, desde el reinado de Carlos V, quedó integrada en el complejo entramado de la Monarquía Hispánica y del Sacro Imperio. Durante los siglos XVI y XVII, el Toisón funcionó principalmente desde la corte de Madrid, sin perder su carácter internacional ni su vinculación a la Casa de Austria en su conjunto.

1700: una disputa sucesoria con efectos duraderos.
La muerte sin descendencia de Carlos II de España (1700) inauguró un conflicto sucesorio cuyo impacto afectó tanto a la Corona como a la Orden. La cuestión era precisa: ¿quién heredaba la Gran Maestría: el nuevo rey de España o el jefe de la Casa de Habsburgo?
Las posiciones eran irreconciliables:
España defendía que la Gran Maestría era un atributo de la Corona, por lo que debía corresponder a Felipe V, nombrado heredero por Carlos II.
Austria, por su parte, sostenía que la orden era propiedad dinástica de los Habsburgo y, en consecuencia, debía pasar al archiduque Carlos, heredero de la rama austriaca.
La Guerra de Sucesión impidió toda negociación. La ruptura se produjo sin un acuerdo jurídico final. Y así, desde 1700, la orden siguió dos caminos paralelos, cada uno convencido de representar la continuidad auténtica.

Las dos naturalezas del Toisón.
El Toisón de Oro en España.
En la España borbónica, el Toisón se consolidó como orden oficial del Estado. Su concesión quedó estrictamente regulada, su número de miembros limitado y su identidad integrada en las instituciones monárquicas. El Rey de España ejerce la Gran Maestría como parte de sus prerrogativas soberanas.
El Toisón de Oro en Austria.
La Casa de Habsburgo mantuvo el Toisón como orden dinástica, incluso después de la desaparición del Imperio Austrohúngaro. Aunque ya no forma parte del sistema estatal austríaco, conserva sus reglas tradicionales y sigue siendo una expresión de continuidad familiar.


Legitimidades complementarias.
Atribuir a una sola de las dos ramas la condición de “legítima” implica pasar por alto la naturaleza del conflicto que originó la escisión y el marco jurídico vigente en 1700. La división del Toisón de Oro surgió de una disputa sucesoria en la que no existía una norma indiscutible que determinara a quién correspondía la Gran Maestría tras la extinción de la rama española de los Habsburgo. Ante la ausencia de un criterio universalmente aceptado, cada parte sostuvo una interpretación coherente con su propia tradición jurídica, y ambas lograron consolidarse con el paso del tiempo.
La rama española es legítima porque encarna la continuidad institucional del Toisón como atributo de la Corona. Desde 1700, los reyes de España han ejercido la Gran Maestría sin interrupción, incorporando la orden al conjunto de distinciones oficiales del Estado y manteniendo su vigencia mediante normas y prácticas estables. Esta continuidad pública y estatal ha dado al Toisón español una base jurídica sólida y reconocida en la diplomacia contemporánea.
La rama austriaca es igualmente legítima porque preserva la continuidad dinástica de la familia que administró la orden desde su incorporación a los Habsburgo. Tras la Guerra de Sucesión, los Habsburgo conservaron su propia línea de la orden como patrimonio familiar, respetando las normas tradicionales y transmitiendo la Gran Maestría de generación en generación. Su legitimidad se fundamenta en la pervivencia histórica de la casa fundadora del linaje moderno del Toisón.
En más de tres siglos, ninguna de las dos ramas ha sido desmentida por la práctica histórica. Ambas han funcionado de manera estable dentro de sus respectivos ámbitos -estatal en España y dinástico en Austria- sin que haya surgido un consenso jurídico, diplomático o historiográfico que otorgue primacía absoluta a una sobre la otra. La coexistencia prolongada y pacífica de ambas ramas es, en sí misma, la mejor prueba de su legitimidad compartida.

Conclusión.
En mi opinión, la división del Toisón de Oro no produjo una orden auténtica y otra derivada, sino dos líneas de continuidad surgidas de un conflicto sucesorio que no podía resolverse jurídicamente en su tiempo. Cada rama mantuvo su legitimidad sobre fundamentos distintos, pero igualmente válidos: la española, apoyada en la titularidad institucional de la Corona, y la austriaca, en la continuidad dinástica de los Habsburgo.
Tres siglos de existencia paralela han confirmado de hecho lo que la teoría discutió en 1700: ambas órdenes han sido capaces de sostener su identidad, su tradición y su autoridad dentro de sus respectivos ámbitos. Ninguna ha quedado desmentida por la práctica histórica ni desposeída por consenso internacional.
Por ello, la pregunta que nos debemos hacer no es cuál es “el verdadero” Toisón, sino qué expresión de la herencia borgoñona se preserva en cada uno. El español encarna la proyección estatal de la orden; el austriaco, su raíz familiar y dinástica. Juntas, ambas ramas completan el panorama de una institución que ha sobrevivido precisamente porque supo adaptarse a dos realidades políticas diferentes sin perder su esencia.

Riestra.

Escudo: Diseño del artísta heráldico Antonio Salmerón ( https://www.blason.es/ ).
Publicado por La Mesa de los Notables.


miércoles, 26 de noviembre de 2025

SEMBLANZA DEL GENERAL RODRÍGUEZ CASADEMUNT.

 

Un legado de coraje.
En ocasiones, la historia parece escoger a determinadas familias para convertirlas en custodias del valor. Ayer recordábamos en este blog al capitán bilaureado don Miguel Rodríguez Bescansa; hoy queremos dedicar estas líneas a su padre, don José Rodríguez Casademunt, general laureado cuya semblanza ha quedado grabada en Filipinas y en África como sinónimo de coraje. Su vida, tejida de disciplina y sacrificio, se templó en los escenarios más duros del servicio a España, allí donde la lealtad, el valor y la constancia no eran virtudes opcionales, sino condiciones esenciales para sobrevivir.

Mallorca.
Nacido en la isla de Mallorca en 1870, tierra de marineros y hombres recios, José Rodríguez Casademunt llegó al mundo con la determinación marcada en el gesto. Caminaba, dicen, con paso seguro, como si cada sendero fuera ya el preludio de una marcha militar. Su mirada, profunda y serena, contemplaba el horizonte no como frontera, sino como promesa. A los dieciséis años ingresó en la Academia General Militar. Entre el brillo del acero y el olor a pólvora se fraguó su carácter. Salió promovido al empelo de Segundo Teniente de Infantería en 1890 y tuvo como destino el Regimiento de América. Sus instructores afirmaban que era “un soldado de vocación antigua, hecho para tiempos difíciles”. Y no tardó en encontrarlos.


Filipinas.
Su primer gran destino, fue Filipinas, donde el sol ardía como fragua y el combate parecía flotar en el aire. Entre arrozales y selvas densas, Rodríguez Casademunt reveló la verdadera talla de su espíritu. En Arayat, cercado por un enemigo abrumadoramente superior en número, sostuvo la posición con un puñado de hombres exhaustos. No retrocedió. No vaciló. Su voz grave, segura y obstinada mantuvo en pie a sus soldados durante horas, que los debieron parecer eternas. Los insurgentes avanzaban como un oleaje imparable, pero el joven oficial recorrió cada flanco, alentó a sus hombres y llegó a combatir cuerpo a cuerpo aun estando herido.
Cuando todo parecía perdido y el polvo del combate ahogaba incluso la esperanza, su ejemplo encendió lo imposible: sus tropas cargaron con fuerzas que creían ya extinguidas. Aquella defensa memorable no solo salvó vidas; se convirtió en leyenda.
Por su comportamiento obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando, la más alta distinción al valor que, como saben nuestros lectores, otorgan nuestros Ejércitos.
Tras ganar, como Capitán, una Cruz de María Cristina, en 1898, se le concedió el empleo de Comandante por la defensa de la plaza de Manila, volviendo a España herido de gravedad.

Africa. 
Pero su espíritu no se apagó al dejar Filipinas. En África, durante las campañas del norte de Marruecos, volvió a demostrar que su nombre era sinónimo de coraje. Condujo columnas exhaustas, abrió paso por desfiladeros imposibles y se ganó la admiración de sus soldados y el respeto de sus adversarios. Era un jefe justo, austero y valiente, que jamás exigía a un hombre lo que él mismo no estuviera dispuesto a cumplir.
Cada ascenso no era un trámite, sino el reconocimiento a una trayectoria forjada en el fuego del combate. Con los años alcanzó el grado de Teniente General y llegó a ser Capitán General de Canarias, además de presidir el Consejo de las Órdenes Militares, custodio de la tradición castrense con la misma dignidad con la que había combatido.
Había llegado a la cima, pero conservó siempre -según los que le conocían- la humildad del muchacho que un día partió de Mallorca.

El final del camino.
El destino, sin embargo, quiso que su vida concluyera lejos de los honores ganados en batalla. En 1936, en los primeros meses turbulentos de la Guerra Civil, el anciano general -ya en la Reserva, sin mando ni armas y sin enemigos personales- fue encarcelado en la Cárcel Modelo de Madrid. Entre sus fríos muros mantuvo la misma dignidad con la que había pasado sus días como soldado.
La madrugada del 7 de noviembre su nombre apareció entre los que serían conducidos a Paracuellos del Jarama. Partió al amanecer con la serenidad de quien ha vivido siempre conforme a los dictados de su conciencia y la certeza de una vida plena.

Un legado imborrable.
José Rodríguez Casademunt fue un soldado de los que se forjan en la batalla: un hombre de honor, héroe en Filipinas, ejemplo en África, general que llevó la Laureada no como ornamento, sino como cicatriz de una vida entrega y coraje.
Su memoria permanece en los anales de la historia militar, así como en todos aquellos que vemos en su figura un símbolo de valor, lealtad y sacrificio.

Publicado por La Mesa de los Notables.

martes, 25 de noviembre de 2025

HEROE. LA GESTA DE YEBEL MALMUSI.

 

Ayer mismo recibí un magnífico artículo de don Jorge Bernaldo de Quirós, muy bien documentado, sobre el capitán don Miguel Rodríguez Bescansa, fallecido en la acción de Yebel Malmusi, el 22 de septiembre de 1925, que él mismo lideraba. Su heroica muerte tuvo lugar durante un combate durísimo -calificado por muchos como dantesco- tras haber tomado una posición hostil y reorganizado a sus tropas bajo una enorme presión. Aquella hazaña le valió la concesión, a título póstumo, de su segunda Cruz Laureada de San Fernando.

Por lo extenso del artículo, no puedo publicarlo íntegramente en formato blog, como quisiera. No obstante, me he atrevido a preparar un extracto para honrar la memoria de este héroe español en el centenario de su muerte.

EXTRACTO DEL ARTÍCULO DE DON JORGE BERNALDO DE QUIRÓS SOBRE EL BILAUREADO CAPITÁN DON MIGUEL RODRÍGUEZ BESCANSA, EN EL CENTENARIO DE SU FALLECIMIENTO.

Se cumple este año el centenario de la muerte del capitán don Miguel Rodríguez Bescansa, uno de los protagonistas más fulgurantes de las campañas españolas en el Rif. Su figura, tan intensa y luminosa como efímera, parece diluirse en la memoria colectiva, oscurecida por los grandes acontecimientos que sacudieron el siglo XX. Sin embargo, su vida y su muerte resumen con rara pureza el sentido del sacrificio militar, la entrega al deber y la lealtad absoluta hacia los hombres bajo su mando.


Nacido en Pamplona en 1900, Bescansa abrazó la carrera de las armas desde la adolescencia. Con apenas quince años ya conocía el polvo africano, y pronto se ganó fama de oficial impetuoso, siempre dispuesto a aparecer en el punto más comprometido del frente. En aquellas campañas coloniales -marcadas por emboscadas, avances difíciles y un enemigo tenaz- el valor personal era una moneda imprescindible; y el joven navarro parecía poseerlo en grado inusual.
Su primer gran acto de heroísmo se produjo en el bosque de Sidi Dauetz, el 17 de julio de 1925. Allí, bajo fuego intenso y en un terreno confuso, logró reorganizar a sus hombres, animarlos en árabe, tomar el banderín y lanzar una contraofensiva que restableció la posición española. Herido, ocultó su dolor para sostener la moral de la tropa, consciente de que la serenidad del jefe podía decidir el resultado de la jornada. La acción le valió su primera Cruz Laureada de San Fernando, un reconocimiento reservado apenas a unos pocos elegidos.

Poco después fue destinado a la Harca de Muñoz Grandes, donde participó en la operación más audaz del Ejército español en Marruecos: el desembarco de Alhucemas, iniciado el 6 de septiembre de 1925. Según los testimonios, Bescansa fue el primer oficial español en saltar a la playa, y él mismo clavó la bandera en el terreno recién arrebatado al enemigo. Ese gesto, más simbólico que táctico, condensaba la imagen que ya se tenía de él: la del jefe que se gana el respeto ocupando el primer puesto, no el último.
Pero su destino se selló finalmente el 22 de septiembre de 1925, durante un reconocimiento ofensivo en las escarpaduras del Yebel Malmusi. Los destacamentos avanzados habían flaqueado bajo el empuje rifeño, y la situación amenazaba con desbordarse. Bescansa, al frente de su Tabor, avanzó sin esperar órdenes, sosteniendo la línea, arengando a sus hombres, abriéndose paso entre trincheras, humo y gritos. Allí cayó buena parte de su mando.

Ordenada la retirada, supo que uno de sus Caídes había quedado tendido en el campo. Pudo retirarse y alegar que la misión estaba cumplida. Pero volvió. Esa decisión -tan humana como temeraria- definió su figura más que todos sus actos anteriores. En la penumbra del combate, mientras intentaba recuperar el cuerpo del compañero caído, un disparo en la cabeza lo derribó para siempre. Su vida se extinguió en el mismo gesto de lealtad que pretendía rendir a uno de los suyos.
Por aquella acción fue reconocido con su segunda Laureada, una distinción excepcional que solo comparte, en su siglo, con el general José Enrique Varela. Pero mientras Varela prolongó su vida hasta convertirse en figura central del Ejército español, Bescansa quedó detenido para siempre en la edad heroica: veinticinco años de vida y dos Laureadas en el pecho, símbolo perfecto del sacrificio llevado hasta el extremo.

Su memoria, sin embargo, quedó relegada con el paso del tiempo. La Guerra Civil, la posguerra y las transformaciones del país desdibujaron la épica africana y sus protagonistas. Revivir hoy la figura de Bescansa no significa ignorar la complejidad moral de las guerras coloniales; significa, en cambio, reconocer el valor individual, la responsabilidad del mando y la nobleza del gesto final que define una vida.
A cien años de su muerte, el nombre de Miguel Rodríguez Bescansa nos devuelve a una verdad sencilla y antigua: que hay hombres que, en el momento decisivo, eligen correr hacia el peligro para no dejar atrás a los suyos. Esa elección, más que ninguna condecoración, es lo que justifica que su historia se siga contando. Es, también, lo que convierte su muerte en un símbolo perdurable de lealtad, coraje y humanidad en medio del combate.

Publicado por La Mesa de los Notables.

lunes, 24 de noviembre de 2025

DE BAGRAT A DAVIT: LA CONTINUIDAD DINÁSTICA EN GEORGIA.

 

A raíz de nuestra reciente publicación sobre la aceptación de S.A.R. Davit de Georgia como Protector de la Nobleza de Asturias -entrada que, por su elevada cantidad de lecturas, se ha convertido en una de las más visitadas de nuestro sitio- hemos recibido numerosas comunicaciones en nuestra cuenta de correo solicitando ampliar la información acerca del Príncipe, su situación actual, su historia y su linaje.

Dado lo amplio de las cuestiones planteadas, hemos decidido dedicar esta nueva entrada a ofrecer una primera aproximación, con pinceladas esenciales sobre la trayectoria y la genealogía de la Casa Bagrationi-Mukhrani, una de las más antiguas de Europa como ya saben nuestros lectores.

DE BAGRAT III A DAVIT.

La historia de Georgia es una sucesión de reinos caucásicos resistiendo entre montañas, fronteras y potencias que siempre los codiciaron. Durante siglos, en medio de ese tablero complejo, la dinastía Bagrationi sostuvo la continuidad del Estado georgiano. Su presencia se destacó como un elemento organizador, unificador y, a lo largo del tiempo, un símbolo de estabilidad para una nación sometida a presiones externas constantes.

Todo comienza con Bagrat III, quien a finales del siglo X logró lo que pocos consideraban posible: unificar los reinos dispersos del Cáucaso occidental bajo una sola corona. Desde él se proyecta una sucesión directa de soberanos que consolidaron un Estado que resistió invasiones, asedios, migraciones y desafíos internos. Su hijo, George I, y su nieto, Bagrat IV, gobernaron en tiempos inciertos, cuando el reino debía afirmarse frente a Bizancio.

Les siguieron George II y, sobre todo, David IV “el Constructor”, figura decisiva que fortaleció el reino, reorganizó su ejército y dio a Georgia una época de esplendor político y cultural. A David IV le sucedió Demetre I, y luego George III cuyo reinado preparó la llegada de una de las figuras más veneradas de la historia georgiana: la reina Tamar. Con ella, el país alcanzó su edad de oro, una etapa de expansión, estabilidad institucional y proyección internacional. 

Reina Tamar.

Su hijo, George IV Lasha, y su hermana y sucesora, Rusudan, mantuvieron la continuidad de la línea, incluso mientras el avance mogol transformaba el mapa político de la región. De Rusudan procede David VII Ulu, y de su descendencia emerge George V “el Brillante”, llamado así por restaurar la unidad y devolver al reino parte del vigor perdido. La estirpe continúa con Constantine I, Alexander I y George VIII, considerado el último rey plenamente unificado antes de que la invasión turcomana y las presiones exteriores fragmentaran el Estado en varios reinos hermanos. De George VIII nace Constantine II, y de él Bagrat, quien funda la rama que desempeñaría un papel crucial en los siglos posteriores: la Casa Bagrationi-Mukhrani. Esta línea preservó la legitimidad dinástica incluso cuando los reyes cambiaban, los territorios se reorganizaban y las potencias regionales imponían condiciones.

Cuando el Imperio Ruso absorbió Georgia a inicios del siglo XIX, la monarquía  desapareció políticamente, pero la legitimidad histórica de la familia no. Los Bagrationi se integraron en la estructura imperial sin renunciar a su identidad. Sirvieron como militares, diplomáticos y funcionarios, contribuyendo a la política y a las armas del Zar, pero manteniendo siempre el recuerdo de su origen y la conciencia de su papel tradicional en la estructura del Estado Georgiano. 
Alexander Bagrationi-Mukhrani, sirvió en la guerra ruso-turca (1877–1878), integrándose plenamente en el aparato militar zarista. Sin embargo, cuando el Imperio ruso se derrumbó y el poder bolchevique se expandió, Alexander regresó a Georgia para defenderla. Fue capturado y fusilado en 1918.
Su hijo, el príncipe George, continuó esta línea de resistencia. Tras la invasión soviética de 1921, se internó en las montañas del Cáucaso para dirigir una guerrilla que luchó durante casi una década. Nunca fue capturado y su figura quedó asociada de manera permanente a la resistencia georgiana durante el periodo más oscuro de la ocupación.
En el exilio, Irakli Bagrationi mantuvo viva la reivindicación política del derecho de Georgia a ser un Estado independiente. Su actividad no fue meramente nostálgica: articuló movimientos políticos y redes internacionales que contribuyeron a preservar la idea de una Georgia soberana en tiempos en que la ocupación soviética parecía permanente.

La independencia de 1991, resultado de un largo proceso de resistencia civil y política, marcó un punto de inflexión. Ese mismo año, el gobierno y el parlamento del país reconocieron a Giorgi Bagrationi-Mukhrani como Jefe de la Casa Real de Georgia, un gesto que, sin restaurar la monarquía, afirmaba la legitimidad histórica de la dinastía y su lugar en la identidad nacional.
A su muerte en 2008, su hijo Davit Bagrationi-Mukhranbatoni heredó esa posición. Su figura adquiere relevancia por varios motivos: representa la continuidad histórica de una institución que existió durante más de mil años y es refrendado como Jefe de la Casa Real, lo que lo convierte en referente simbólico en un país donde la identidad nacional está profundamente ligada a la continuidad histórica, siendo visto como un referente de continuidad cultural en un país que ha sufrido repetidas rupturas políticas.

A este reconocimiento civil se suma el apoyo de una institución central en la identidad georgiana: la Iglesia Ortodoxa Georgiana.  En numerosas ocasiones, la Iglesia ha expresado abiertamente su deseo de una reinstauración monárquica, considerándola una vía de estabilidad nacional. Incluso en la arena política reciente, el tema ha sido objeto de debate: el gobierno presentó al Parlamento una votación interna para estudiar la restauración de la monarquía, que no prosperó por un estrecho margen -apenas dos votos- , mostrando que la cuestión sigue viva en el imaginario político.

 

Emblema de la principal orden dinástica de la Casa Bagrationi: Orden del Águila de Gaorgia y la Túnica Sin Costuras de Nuestros Señor Jesucristo.
 

Davit en la actualidad no tiene un papel definido en el organigrama estatal de Georgia, pero su importancia no es menor: en sociedades con una historia como la de estos territorios, la figura de un heredero dinástico funciona como referente de unidad, especialmente en momentos de tensión interna o de presión externa. Su presencia recuerda que la identidad del país no depende únicamente de gobiernos temporales ni de equilibrios geopolíticos, sino de una tradición estatal mucho más antigua, la figura de S.A.R. Davit Bagrationi-Mukhranbatoni se ha consolidado como un punto de referencia: un representante de la continuidad histórica del país, un depositario de su tradición estatal y un símbolo con capacidad de integrar tradición y presente sin caer en idealizaciones.

Para saber más: https://www.royalhouseofgeorgia.ge/

Publicado por La Mesa de los Notables.

 


viernes, 21 de noviembre de 2025

IMPOSICIÓN DEL COLLAR DEL TOISÓN DE ORO A LA REINA DOÑA SOFÍA Y A RELEVANTES PERSONALIDADES DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA.

 

Madrid a 21 de noviembre de 2025.

Su Majestad el Rey Don Felipe, acompañado por la Reina Doña Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, impuso el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a Su Majestad la Reina Doña Sofía, en reconocimiento a su “dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona”. También fueron distinguidos Don Felipe González, Don Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Don Miquel Roca i Junyent.

A su llegada al Palacio Real, los Reyes, la Princesa y la Infanta fueron recibidos por la presidenta del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, Doña Ana de la Cueva. Posteriormente, en el Salón de Teniers, saludaron al presidente del Gobierno y a los máximos representantes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo.
El acto continuó en el Salón del Trono, donde el Rey destacó en su discurso la contribución decisiva de la Corona a la apertura de España hacia la democracia, subrayando su papel como “catalizador clave” del proceso de transformación democrática.

Imagen: https://www.casareal.es

Tras la intervención de Don Felipe, se procedió a la lectura de los Reales Decretos de concesión del Collar del Toisón de Oro a la Reina Doña Sofía y al resto de galardonados, en reconocimiento a su servicio a España y a la Corona, y, en el caso de los juristas, por su labor en favor de la convivencia y del orden constitucional.
Finalizada la imposición de los collares, la Unidad de Música de la Guardia Real interpretó el Himno Nacional y se realizó la tradicional fotografía de grupo, con la que concluyó la ceremonia.
Se recordó asimismo que, en 2018, la Princesa de Asturias recibió el Collar de la Orden, distinción que tradicionalmente se concede al heredero de la Corona para introducirlo en las tradiciones, deberes y responsabilidades de la institución.

La Insigne Orden del Toisón de Oro, fundada en 1429 por Felipe III de Borgoña, pasó a la Casa Real española a través de Carlos I y, desde entonces, los Reyes de España son sus Soberanos y Grandes Maestres. El collar, inspirado en el mito de Jasón, es propiedad de la Orden y debe devolverse a la muerte de cada caballero. A lo largo de su historia se han otorgado cerca de 1.200 collares a soberanos, jefes de Estado y destacadas personalidades.
Durante su reinado, Don Juan Carlos concedió el Toisón a numerosos monarcas, jefes de Estado, figuras políticas y grandes servidores públicos, entre ellos los Reyes de Suecia, Dinamarca, Noruega, Tailandia y el Reino Unido, así como a Don Adolfo Suárez, Don Javier Solana o Don Víctor García de la Concha.

Tras la ceremonia, Sus Majestades los Reyes se trasladaron al Congreso de los Diputados para presidir el acto conmemorativo del cincuentenario de la restauración de la Monarquía en España, que incluyó el coloquio “50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia”.

Publicado por La mesa de los Notables.

jueves, 20 de noviembre de 2025

S.A.R. EL PRÍNCIPE DAVIT BAGRATIONI, PROTECTOR DE LA NOBLEZA DE ASTURIAS.

 

Coincidiendo con los actos celebrados en torno al Capítulo que reunió a la Nobleza de Asturias en Oviedo, el pasado 8 de noviembre, se anunció que Su Alteza Real el Príncipe Davit de Georgia, Príncipe Real de Kartli (Batonishvili), Príncipe de Mukhrani y Mukhran Batoni, Jefe de la Dinastía Bagrationi y actual Jefe de la Casa Real de Georgia, ha aceptado la dignidad de Protector  del Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.

Davit Bagrationi nació el 24 de junio de 1976 en Madrid en el seno de la rama Mukhrani de la familia real georgiana, descendiente directa de los antiguos reyes de Kartli y de otros reinos medievales del Cáucaso. Creció lejos de su patria ancestral, pero ha vivido profundamente inmerso en una educación orientada a la tradición histórica y cultural de su pueblo.
En 2003 decidió establecerse en Georgia, país que en ese momento atravesaba un periodo de importantes transformaciones políticas. A la muerte de su padre, Jorge (Giorgi) Bagrationi-Mukhrani, en 2008, Davit asumió el liderazgo de la Casa Real de Mukhrani. Aunque Georgia es actualmente una república, el Príncipe ejerce un papel histórico y cultural como custodio del legado monárquico, representante ceremonial y figura de unidad tradicional para quienes valoran la herencia dinástica georgiana.


La Casa Bagrationi ha estado ligada históricamente a la Iglesia Ortodoxa de Georgia, vínculo que Davit ha mantenido con especial dedicación, conservando una relación cercana y respetuosa con el Patriarcado Georgiano -institución fundamental en la identidad nacional del país- . Es Soberano y Gran Maestre de la Orden del Águila de Georgia y de la Túnica Sin Costura de Nuestro Señor Jesucristo, además de Gran Maestre de la Orden de la Santa Reina Tamar y Gran Maestre de la Orden de la Corona de Georgia.Se encuentra emparentado con las Casas Reales de España y Baviera, así como con las Casas Imperiales de Alemania y Rusia, lo que refuerza la proyección internacional de su linaje.
La Iglesia Ortodoxa Georgiana ha solicitado en múltiples ocasiones la reinstauración de la monarquía en el país. Incluso el gobierno actual presentó un llamamiento en el Parlamento mediante una votación interna, la cual no logró un resultado favorable por apenas dos votos. Davit Bagrationi es considerado un símbolo de continuidad cultural en Georgia. Su figura representa la memoria viva de un pasado que sigue influyendo en la identidad nacional y despierta un notable interés tanto dentro del país como entre las comunidades georgianas en el extranjero.
En un mundo donde las monarquías históricas suelen ocupar un papel principalmente ceremonial, la figura del Príncipe Davit Bagrationi encarna la permanencia de un legado que ha sobrevivido invasiones, exilios y revoluciones. Su vida y su labor pública son un testimonio de cómo la tradición puede encontrar un lugar en el siglo XXI sin perder su esencia.

También son Protectores de este Cuerpo Nobiliario S.A.R. Dom Duarte de Bragança; S.A.I. y R. Don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, Archiduque de Austria; S.A.R. el Príncipe Don Francisco Guillermo de Prusia; S.A.R. Michael Prinz von Sachsen-Weimar-Eisenach, Príncipe y Gran Duque de Sachsen-Weimar-Eisenach, Conde de Wettin; S.A.R. Don Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú; S.A.I. y R. Dom Pedro Tiago de Orleans-Braganza y S.A.R. Emanuele Filiberto Umberto Reza Ciro René Maria de Saboya, como antes lo fue S.A.R. Don Víctor Manuel de Saboya, Príncipe de Nápoles (q. p. d.).

Asimismo, ostentan la dignidad de Protectores Regios del Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias: S. M. el Rey Carlos III del Reino Unido, como antes lo fue su madre S. M. la Reina Isabel II (q. p. d.); S. M. el Rey Federico X de Dinamarca; S. M. Mohammed VI, Rey de Marruecos; S. A. S. el Príncipe Alberto II de Mónaco y S. A. R. la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo.

Más información en: https://www.cuerpodelanoblezadeasturias.es/

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miércoles, 19 de noviembre de 2025

CERTIFICACIONES DE ARMAS: TINTA, PAPEL Y MEMORIA.

Feliciano Riestra./ La Mesa de los Notables. 

La pervivencia del papel y el espíritu de la heráldica.
Los que me conocen saben de mi inclinación por el papel. En una época transformada por lo digital, sigo creyendo que hay un conjunto de realidades que, inevitablemente, deben fijarse en tinta y fibra. La heráldica -una de mis aficiones- ha sobrevivido durante más de mil años en piedra, tabla o lienzo, pero es en el papel donde se ha ordenado, regularizado y donde ha encontrado su expresión más íntima y perdurable.
Las certificaciones de armas preservan precisamente ese espíritu. Son el punto de encuentro entre tradición y formalidad, entre símbolo y documento. En ellas, la historia se articula con precisión: se describe, se delimita y adquiere una voz que trasciende generaciones. Cada certificación no solo legitima un escudo, sino que lo fija en el tiempo, lo dota de un cuerpo material y le confiere la solemnidad que solo el papel -bien trabajado- puede ofrecer.

¿Qué son las certificaciones de armas y porqué les dedico la entrada de hoy?
Las certificaciones -o documentos armeros- son instrumentos mediante los cuales una autoridad competente (tradicionalmente un Rey de Armas, un Cronista de Armas o una institución heráldica) verifica, autentica y registra el derecho de una persona o linaje a usar determinadas armas.
Nacidas en el ámbito de la práctica medieval, han evolucionado hasta convertirse en títulos histórico-jurídicos cuyo propósito principal es:
Acreditar la existencia, continuidad o legítimo uso de un escudo conforme a tradiciones heráldicas verificables.
Garantizar la integridad del blasón, evitando usurpaciones, duplicidades o deformaciones ajenas a la tradición.
Registrar la transmisión de las armas según las leyes heráldicas del territorio o casa soberana.
Servir de archivo, proporcionando un depósito documental que respalde futuras investigaciones genealógicas, historiográficas o jurídicas.
Es importante recordar que la certificación no confiere nobleza, salvo cuando va unida a un acto soberano que así lo disponga. Su función esencial es reconocer un derecho preexistente o, en su caso, constituir formalmente un derecho heráldico estrictamente delimitado.

Escribo estas notas a propósito de un documento armero que he recibido recientemente de la Casa de Médici de Toscana, pieza que ha motivado esta reflexión y a la que dedicaré parte de esta entrada.


Competencias y legitimidad de la autoridad certificante.
En la tradición europea y occidental, la validez de una certificación depende de la autoridad que la expide. Allí donde existe una autoridad estatal, autonómica,  una continuidad histórica de una casa soberana o un derecho vigente, el Cronista o Rey de Armas actúa:
A)Como oficial heráldico, encargado de examinar las armas, sus orígenes y transmisiones.
B)Como conservador del archivo, depositario de la tradición armorial.
C)Como garante de la legalidad histórica, aplicando las normas -dinásticas o estatutarias- bajo las cuales se rige la institución que representa, o certificando que el blasón es exnovo y la intención de usarlo por parte del interesado.
La certificación es, por ello, un acto revestido de formalidad sometido a un procedimiento que incluye examen documental, dictamen, redacción, registro y archivo.

Estructura habitual de una certificación.
Pese a las variaciones de estilo según el país, época o autoridad, las certificaciones de armas suelen compartir elementos esenciales:
A)Identificación del certificante y fundamento de su competencia.
B)Exposición de antecedentes: origen familiar, armas históricas, pruebas documentales o intencionalidad de interesado.
C) Dictamen sobre la regularidad y transmisión del blasón.
D) Descripción heráldica (blasonamiento) conforme a las reglas técnicas.
E) Depósito y registro en el archivo correspondiente.
F) Provisión y otorgamiento al interesado en forma de documento solemne.
Esta estructura ha permitido que, a lo largo de los siglos, las certificaciones se mantengan como documentos fiables para la investigación histórica y la conservación de las tradiciones nobiliarias y genealógicas de Europa.

Las Certificaciones de Armas de la Casa de Médici de Toscana.
En el caso de la Casa de Médici de Toscana, cuya continuidad dinástica -en particular a través de la rama napolitana de los Médici de Ottajano- ha sido objeto de amplia documentación histórica y jurídica -según he tenido conocimiento- las certificaciones de armas poseen un valor singular.
La Diputación Granducal para la Nobleza y Ciudadanía de Toscana, actuando bajo la autoridad del Gran Duque Ottaviano de’ Medici di Toscana di Ottajano, conserva y actualiza el Cittadinario Mediceo, registro oficial instituido por Lorenzo el Magnífico en 1474. En ese marco se expiden las certificaciones de armas emitidas por el Rey de Armas de la Casa de Médici, responsabilidad que desde julio de este año recae en Don Francisco Acedo Fernández.

Función específica.
A)Reconocer y garantizar el uso tradicional de las armas vinculadas a los linajes inscritos en el Cittadinario Mediceo.
B)Certificar la nobleza cívica o gentilicia conforme a la legislación de 1750, aún vigente y regulada ( según nos han informado).
C)Asegurar la coherencia armorial con los modelos históricos conservados por la Casa Granducal.
Naturaleza jurídica.
A diferencia de otras casas o instituciones cuya administración heráldica fue derogada -tácita o explicitamente- por la legislación estatal, la Casa Médici parece mantener esos derechos históricos propios que nunca fueron anulados por disposición pontificia, imperial o estatal, y que puedieran conservar cierto reconocimento en el ámbito del Derecho Internacional.
Por ello:
A)Las certificaciones constituyen actos internos de la Casa soberana, con valor en su ordenamiento dinástico.
B)Pretenden representar la continuación del sistema de registro instaurado por los grandes duques de Toscana.
C)Se integran en un archivo orgánico, preservando la identidad institucional de la Casa Médici y su relación con la Toscana.


Valor histórico.
Las certificaciones emitidas por la Casa de Médici poseen un valor:
A) Dinástico, como expresión de autoridad heráldica de una casa soberana histórica.
B) Académico, al proporcionar material de investigación para genealogistas, heraldistas e historiadores y mantener viva la continuidad cultural.
El Minutario del Rey de Armas.
Todas las certificaciones emitidas bajo la autoridad medicea quedan registradas en el Minutario del Rey de Armas, instrumento público donde se inscriben las certificaciones heráldicas, genealógicas y nobiliarias. 
El Minutario cumple una doble función.
A)Posible garantía jurídica, al custodiar cada certificación con su representación gráfica, su descripción técnica, fechado y firmado por el encargado del registo.
B)Publicidad y transparencia, al constituir el archivo oficial donde se conservan las armas de las que se compone el Minutario.

Gracias a este sistema se asegura la continuidad documental, su tradición heráldica y el acceso público a un registro fiable y actualizado, reforzando la estabilidad institucional y la preservación de la identidad medicea.

Conclusión.
Las certificaciones de armas representan una de las manifestaciones documentales más antiguas y sólidas, y continúan siendo prueba irrefutable del uso de un blasón, ya sea heredado o exnovo. Su valor reside tanto en su función archivística como en su atractivo artístico y cultural. En el caso de las emitidas por la Casa Médici de Toscana, este valor se amplifica al poner en relieve la íntima relación entre el documento y una de las casas más influyentes de la historia europea. Poseer y contemplar un documento ligado, de una u otra manera, a la Casa de Médici es, en sí mismo, entrar en contacto con la historia, el arte y la grandeza de una familia que definió el Renacimiento.

Epílogo.
Las certificaciones, ya dimanen de instituciones con caraácter estatal, autonómico o privado, son mucho más que simples documentos: son actos de certeza y formalidad que fijan derechos y tradiciones en el tiempo. En su rigor y solemnidad, cada certificación valida, protege y da testimonio de lo que ya existe, convirtiéndose en prueba tangible de su uso y continuidad. En un mundo cada vez más digital, su existencia nos recuerda que hay certezas que solo el papel y la tinta merecen atesorar.

Publicado por La Mesa de los Notables.

 

martes, 18 de noviembre de 2025

INVESTIGADORES EXTREMEÑOS REÚNEN MÁS DE 10.000 NOBLES EN UNA BASE DE DATOS GENEALÓGICA SIN PRECEDENTES.

 Leído en la prensa.

Publicado en La Gaceta Independiente 17/11/25.

El investigador Carlos Mejías Gallardo, doctor en Economía y Empresa, ha centrado su tesis doctoral en el linaje de la Cueva, una de las familias más influyentes de la nobleza española y titulares del ducado de Alburquerque durante cuatro siglos. Su investigación ha servido de punto de partida para un proyecto de reconstrucción genealógica de gran alcance que desarrolla junto a Raúl Molina Recio, doctor en Historia y profesor de la Universidad de Extremadura.
Ambos investigadores han reunido ya una base de datos con más de 10.000 nobles cuyos linajes completos están siendo reconstruidos. Entre ellos figuran familias de enorme peso histórico, como los de la Cueva, los Fernández de Córdoba, los Pérez de Herrasti o los Benavides. El objetivo es ofrecer una visión global del estamento nobiliario desde finales de la Edad Media hasta el siglo XX mediante software especializado y consultas en archivos nacionales e internacionales.

En una reciente entrevista publicada en El Debate, Mejías y Molina avanzaron algunas de las líneas de trabajo de este proyecto, que aspira a poner a disposición pública los árboles genealógicos y a generar nuevas investigaciones sobre estrategias familiares, parentescos y redes de poder.
El estudio incorpora también un análisis de títulos nobiliarios estrechamente vinculados a localidades de la comarca, entre ellos el marquesado de Almendralejo, el marquesado de Fregenal —concedido a Francisco Hurtado de Mendoza como marqués de Torre de Almendralejo—, el marquesado de Lapilla, el marquesado de Monsalud otorgado a Juan Nieto Domonte, el condado y posterior ducado de Feria, el marquesado de Riocabado con conexiones documentadas en Villafranca de los Barros, el condado de Henestrosa —cuyo palacio en Los Santos de Maimona es hoy la Casa de la Cultura—, el ducado de Medina de las Torres, el condado de la Puebla del Maestre, el marquesado de Bacares y el vizcondado de Burguillos.

Los investigadores destacan que este trabajo pretende acercar la historia de la nobleza a la ciudadanía y abrir nuevas vías de estudio sobre su papel en la evolución política, social y económica de España. El proyecto continúa ampliándose con nuevas fuentes y documentación local recopilada en toda la geografía nacional.


Para leer el artículo en La Gaceta Independiente: aquí.

Publicado por La Mesa de los Notables.


lunes, 17 de noviembre de 2025

NÚMERO 583 DE LA GACETILLA DE HIDALGOS.

 Libros y revistas.

Recientemente, la Real Asociación de Hidalgos de España ha puesto a disposición de cualquier persona interesada el número 583 de su revista La Gacetilla de Hidalgos.
Para poder leer online el contenido de éste y de otros números: aquí.

Publicado por La Mesa de los Notables.

domingo, 16 de noviembre de 2025

LA NOBLEZA DE ASTURIAS, PRESENTE EN LOS ACTOS DE LA ORDEN DEL SANTO SEPULCRO EN MADRID.

 

A las 11:00 horas del pasado día 15 de noviembre, en la Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid, la Lugartenencia de España Occidental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén -Capítulo Noble de Castilla y León- celebró los actos centrales de la ceremonia de Cruzamiento y Jura de 19 nuevos caballeros y 5 damas de la corporación.
Tras la solemne liturgia, todos los asistentes se trasladaron al restaurante Uzalacaín-La Finca, donde compartieron un fraternal almuerzo que puso el broche final a la jornada.

Don Ignacio Alvargonzález, don Julián Porras-Figueroa, doña Olivia de Borbón y don Daniel Sanmartín.

El Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias estuvo representado por los excelentísimos señores don Julián Porras-Figueroa Toledano y doña Olivia de Borbón von Hardenberg-Fürstenberg.

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sábado, 15 de noviembre de 2025

LA SOCIEDAD TOLEDANA DE ESTUDIOS HERÁLDICOS Y GENEALÓGICOS SE UNE AL CONSEJO SOCIAL DE LA CANDIDATURA DE «TOLEDO CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA 2031».

 

La Sociedad Toledana de Estudios Heráldicos y Genealógicos (STEHG) formalizó el pasado trece de noviembre su adhesión a la candidatura de Toledo como Capital Europea de la Cultura 2031, así como su integración en el Consejo Social de la misma, reforzando así el compromiso de la entidad con este proyecto estratégico para el futuro cultural de la ciudad.

El acto se celebró en el Ayuntamiento de Toledo mediante la firma del documento de adhesión entre el presidente de la STEHG, don José María San Román Cutanda, y el alcalde de Toledo y presidente de la candidatura, don Carlos Velázquez Romo. Estuvieron presentes el secretario y el tesorero de la Sociedad, don Eugenio Serrano Rodríguez y don José Luis Sánchez-Redondo Morcillo, así como la concejal de Cultura, doña Ana Pérez Álvarez, y el director de la candidatura don Emilio Santiago Martínez Morales.

El documento suscrito por la STEHG recoge el compromiso de la institución -fundada en 1981 y decana en el estudio, defensa y difusión del patrimonio heráldico y genealógico de la ciudad- de colaborar activamente en las líneas estratégicas y culturales de la candidatura, aportando su experiencia en el ámbito identitario, patrimonial y de investigación histórica.

Durante su intervención, el presidente de la STEHG, don José María San Román, destacó que “la STEHG se reconoce plenamente en los valores culturales, identitarios y europeos que inspiran esta candidatura. Así pues, la Capitalidad Europea de la Cultura no es solo un hito, sino una oportunidad para fortalecer nuestra autoestima como ciudad y para generar nuevos modelos de pensamiento cultural en los que la STEHG no puede estar al margen. La búsqueda no es solo la Capitalidad, sino también el planteamiento de un proyecto de futuro que debe ser compartido por toda la sociedad civil toledana y en el que la STEHG desempeñará un papel fundamental”.

Por su parte, el alcalde don Carlos Velázquez Romo manifestó su satisfacción por la adhesión, subrayando “la magnífica respuesta de la sociedad civil toledana ante la candidatura” y destacando que “la incorporación de entidades y colectivos de los distintos sectores de la ciudad no es sino una forma de aportar valor, solidez y representatividad real a Toledo 2031”.
Con esta incorporación, la STEHG refuerza su compromiso histórico con la defensa del patrimonio cultural toledano y se suma al trabajo común para que Toledo alcance la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031.

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viernes, 14 de noviembre de 2025

PANEGÍRICO A DON FRANCISCO DE BORBÓN DEL CANCILLER-SECRETARIO DE LA NOBLEZA DE ASTURIAS.

 

El noble ejercicio de la memoria en ocasiones se convierte en palabra, pero cuando esa se transforma en tributo y la pluma en testimonio, es ese el instante en que alguien se está entregando de cuerpo y espíritu, por completo, a otro.
Durante los actos del Capítulo General del Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, su canciller-secretario, Don Manuel Ruiz de Bucesta y Álvarez, pronunció unas palabras de recuerdo y reconocimiento y las ofreció a los hijos de quien fue durante más de una década su Consejero Magistral, don Francisco de Borbón, duque de Sevilla, -Olivia y Francisco-, como también a sus yernos, nietos y amigos. El panegírico no fue fruto de una improvisación, lo fue por el contrario como reconocimiento y deber moral a un amigo. Al contemplar la vida del Duque de Sevilla, supo el Secretario reconocer en él la huella de las virtudes que ennoblecen más allá de cualquier título o dignidad.

La historia se escribe generalmente con tinta fría, pero en esta ocasión cobró todo el calor humano al recordar a quien supo unir la grandeza de la sangre con la nobleza del espíritu. En tiempos en que nuestra sociedad se debate entre el olvido y las prisas, conviene rescatar las enseñanzas de aquellos que vivieron con rectitud, generosidad y una verdadera amistad. Este homenaje, en realidad, no se dirigió únicamente a la figura del Duque de Sevilla, quiso hacerse también a sus hijos, nietos, familiares y a quienes compartieron con él la vida, porque es indudable que en ellos permanece viva la herencia de sus valores.
El Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, por medio de este blog, desea que estas palabras sirvan como pórtico solemne y afectuoso reconocimiento, pero también para que el lector comprenda que lo que sigue no es un discurso más, sino una forma de evocar un ejemplo y un comportamiento que dignifica a la nobleza y a toda la sociedad.

Archivo del blog (en el Boodle´s Club de Londres, donde acudió una delegación de la Nobleza Asturiana encabezada por don Francisco de Borbón, acompañado de don Manuel Ruiz de Bucesta, don Manuel Rodríguez de Maribona, don Alfredo Leonard y el contralmirante Federico Price MBE, para recibir como Caballero Gran Cruz al Duque de Westminster).


PANEGÍRICO A DON FRANCISCO DE BORBÓN.

Excelentísimo Señor Duque de Maqueda y Marqués de Astorga, excelentísimos señores embajadores, autoridades civiles y militares, honorables invitados, distinguidos y queridos amigos.
Vaya en primer lugar, en nombre del Consejo de Nobles y de todos sus miembros, nuestra más sincera felicitación a los nuevos caballeros y damas que hoy se incorporan a nuestro elenco. También, por supuesto, nuestro agradecimiento a las autoridades, Corporaciones nobiliarias que nos honran con su presencia, a los ilustres premiados, invitados, familiares y amigos. Que cada uno de ustedes nos acompañe en este Capítulo General, constituye para nosotros el más alto galardón.
Y hoy, hoy me permitirán pronunciar unas breves palabras, que no pretenden sino ser un humilde panegírico en honor de quien fue, durante la última década, nuestro Consejero Magistral; Su Excelencia don Francisco de Borbón, duque de Sevilla, q.D.g., ¡nuestro amigo!

Poco puedo decir que no sepan quienes le conocieron. Fue una persona brillante en todos los órdenes de la vida, de sólida educación y notable generosidad. El día de su partida me pidieron que escribiese sobre él, y lo describí como el auténtico noble español: ilustre de sangre, sí, pero aún más de espíritu.
Don Francisco desempeñó con singular brillantez el Cargo de Consejero Magistral de nuestro Real Cuerpo de la Nobleza, y con delicadeza a todos los miembros. Hoy puedo repetir lo que entonces afirmé: que gozaba de dos grandezas, una por su título de duque de Sevilla, y otra -más grande aún-  por la nobleza de su corazón.

Siempre consideré esta última como su mayor y más grande atributo, un sello distintivo con el que vivió en sociedad, desterrando de su conducta todo abuso, la injusticia, el desprecio y la iniquidad. Esos valores los dejó bien impresos en sus hijos, quienes han recibido una educación sobresaliente.
Personalmente me llevo de él un recuerdo imborrable, pero también la más grande dignidad que puede recibir una persona de sus semejantes, que es… llamarme amigo. Porque la amistad, señores, es un gesto generoso, un reconocimiento de tan alto valor, que en la pirámide de las virtudes ocupa, sin duda, uno de los primeros puestos.
A su hijo, don Francisco de Borbón, que hoy nos acompañas, darte las gracias. Quisiera que el brindis que hoy se haga también sirva como homenaje y reconocimiento a tu padre.

Manuel Ruiz de Bucesta y Álvarez, 
Secretario-Canciller.

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jueves, 13 de noviembre de 2025

EUROPALIA RECIBE EL PREMIO A LAS ARTES DE LA NOBLEZA DE ASTURIAS 2025.

 

El Premio Carreño de Miranda a la Labor en las Artes recae, en esta edición, en EUROPALIA, un poderoso conducto para el intercambio cultural, un puente que traspasa fronteras, idiomas y orígenes diversos. En un mundo en el que la polarización cultural a menudo conduce a malentendidos y divisiones, EUROPALIA se erige como un faro de esperanza y unidad, convencida del poder transformador del arte para conectar a las personas, fomentar el entendimiento mutuo e inspirar un diálogo significativo.

Desde 1969, EUROPALIA ha recibido a más de 25 millones de visitantes a través de sus bienales. Con el actual Festival EUROPALIA ESPAÑA, inaugurado el pasado mes de octubre por SS. MM. los Reyes de España y SS. MM. los Reyes de los Belgas, la organización abarca todas las formas de arte y cultura mediante 70 sedes en Bélgica y más de 150 proyectos diferentes, ofreciendo una amplia visión de la situación cultural actual de España.

Recoge el galardón su director, el señor Christian Salez.

En ediciones anteriores, la Nobleza de Asturias ha distinguido con este mismo premio a instituciones y personalidades de reconocido prestigio, como la Real Fábrica de Tapices, la Hispanic Society of America, el Ministerio de Antigüedades y Turismo de la República Árabe de Egipto, el Museo Británico (The British Museum), el Museo del Louvre, el Teatro Real de Madrid, el Museo Guggenheim Bilbao, D. Plácido Arango y Arias, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Dña. María del Carmen Rosario Soledad Cervera y Fernández de la Guerra, Baronesa Viuda de Thyssen-Bornemisza, el Museo del Prado, la Sociedad Filarmónica de Oviedo, la Fundación Ópera de Oviedo, D. Juan Antonio Pérez Simón, el Museo de la Iglesia de Oviedo, los señores de Carreño Rodríguez de Maribona, la Fundación Selgas-Fagalde, D. Luis Azón Suárez, D. Emilio Sagi y Álvarez-Rayón, D. Rodrigo Uría Meruendo, D. Emilio Marcos Vallaure, D. Pelayo Ortega y D. Joaquín Vaquero Palacios.

Más información en: https://www.cuerpodelanoblezadeasturias.es/

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