sábado, 24 de marzo de 2018

HOMENAJE AL TENIENTE GENERAL RICARDO SHELLY COMESFORD.

Capitán general de Andalucía, caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y senador vitalicio del Reino, el teniente general Shelly fue el fundador y primer director de la Academia del Arma de Caballería (1850/1853). Entre sus premios y condecoraciones destacan  la Cruz Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando (2ª clase), la Cruz de 1ª clase de la Real y Militar Orden de San Fernando y  la Gran Cruz de la Orden de  Isabel la Católica.

La Academia de Caballería, el Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe y la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería, en colaboración con el Cuartel General de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra (Sevilla) y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, tienen previsto organizar para el próximo día 5 de abril de 2018, una serie de actos tendentes a homenajear la figura del teniente general Ricardo Shelly Comesford, atendiendo al siguiente programa:
12:00h.-Descubrimiento de una placa conmemorativa en la hacienda La Robayna, propiedad de don José Ramón López de la Manzanara Gallardo. Placa donada por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
12:30h.-Descubrimiento de una placa conmemorativa en la vivienda propiedad de la Marquesa de Villavelviestre, doña Mariana Diaz-Trechuelo, en Huévar del Aljarafe. Placa donada por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
13:00h.-Inauguración de la exposición “La Academia de Caballería” en la Casa de Cultura “Guadalinfo” de la localidad de Huévar del Aljarafe, por el director de la Academia de Caballería, don Santiago Aguado Arroyo, coronel de Caballería; el presidente de la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería, don Juan Falcó Masot, general de división retirado, y la señoa alcaldesa de Huévar del Aljarafe, doña Aurea María Borrego Moreno. 
La exposición permanecera abierta al público hasta el 12 de Abril de 2018.
18:00h.-Conferencia: “Aproximación a la vida militar el General Shelly y análisis de las gestiones realizadas para el traslado del Colegio Militar de Caballería a Valladolid”, impartida por el coronel de Caballería retirado y vicepresidente de la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería don Juan Silvela, en el Salón de Actos.
19:30h.-Concierto de música militar a cargo de la Unidad de Música de la Fuerza Terrestre, en el Salón de Actos.

A mediados del siglo XIX, hubo dos directores generales de Caballería que se distinguieron por continuar el proceso de renovación del Arma. Fueron los generales José Gutiérrez de la Concha y Ricardo Shelly Comesford.  El teniente general Shelly había nacido en Alicante en abril de 1811; era hijo de Cornelio Shelly  O´Ryan y de María Comesford y Stapleton.
Con tan solo 12 años fue nombrado alférez en el Regimiento de Lanceros de Fernando VII, pero sin tener derecho a obtener antigüedad. Sería cuatro años más tarde cuando con arreglo a la Ordenanza continuaría como cadete, pudiendo así acumular antigüedad  para promocionarse en el ejército.
En diciembre de 1815 sería destinado al Regimiento de Lanceros de Borbón, 5º del Arma de Caballería; a esta unidad permanecería vinculado varias veces a lo largo de su carrera, llegando a ser su jefe con el empleo de coronel.
Intervino intensamente en la 1ª guerra carlista, obteniendo rápidos ascensos, de teniente llegaría a brigadier por su valor y capacidad táctica. Alternó su participación en la guerra con las misiones de ayudante de estado mayor del general Lacy Evans,  jefe de la División Auxiliar Inglesa que vino a reforzar a los liberales, integrándose en su regimiento durante los sucesivos empleos que obtuvo durante la contienda.
Después de la guerra participó en el simulacro de combate de Torrejón de Ardoz, el 22 de julio de 1843, a las órdenes del general Narváez. Su acción provocó la aceleración de las deserciones de las fuerzas del general Seoane que pretendía hacer fracasar el pronunciamiento de éste, pero fracasaría y sería finalmente hecho prisionero.  Como consecuencia, el general Espartero, regente del Reino, se vería obligado a exiliarse al Reino Unido.  Shelly fue ascendido a mariscal de campo y condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica, que se sumó a las dos cruces de San Fernando  que ya le habían sido concedidas, una sencilla de 1ª clase y otra laureada de 2ª clase (en duda una laureada de 3ª clase).
El 4 de mayo de 1844 sería nombrado Capitán General de Andalucía; dos años después y en el mes de abril se casaría con Matilde Díaz Trechuelo, hija del marqués de Villavelviestre. Finalmente, el 3 de noviembre  1846, sería ascendido a teniente general.


Armas usadas por el teniente general Shelly, según se desprende  de un retrato y otros efectos personales del militar.

Nombrado Director General de Caballería el 22 de octubre de 1850, tomó posesión del cargo el 6 de diciembre del mismo año, al día siguiente de haberse abierto el Colegio Militar de Caballería. El nuevo centro de enseñanza se instalaría en el viejo edificio de la famosa universidad de Alcalá de Henares, fundada por el cardenal Cisneros en 1499. Dicho inmueble, tras la desamortización, había pasado a manos de distintos propietarios particulares, perteneciendo por último a una sociedad de "condueños", formada por habitantes de la ciudad y el ayuntamiento, cuyo único objetivo era evitar su ruina. A pesar de ello, no estaban dispuestos a gastar dinero en su arreglo. Shelly expuso al ministro de la guerra esa circunstancia y la necesidad de trasladar el colegio a una ciudad “donde fuese más considerado y mejor recibido”. Situación que se resolvió con el traslado del colegio a Valladolid donde se instaló en un edificio que se construyó inicialmente  para albergar un presidio llamado "El Octógono". La prisión siempre contó con la oposición del ayuntamiento; su ubicación dentro de la ciudad, produjo toda una serie de tensiones con el Gobierno. Valladolid, empeñada en quitarse “de encima un vecino tan incómodo" y conocedor de la precaria situación del Colegio Militar, no dudó en destacar todos los aspectos ventajosos de la ciudad y de ofrecer apoyos económicos y de servicios para que pudiera venir a instalarse, dicha institución militar, en El Octógono.
Shelly no dudó en decidir su traslado a Valladolid y allí  sigue bajo el nombre de Academia de Caballería, aunque no en el mismo edificio (destruido por un incendio en el año 1915), sino en otro construido en el mismo solar  después de 1921.
El general, víctima del cólera, falleció en 1855 en la hacienda de Robayna, propiedad de los Díaz-Trechuelo familia de su segunda esposa, siendo sepultado en “Los Cortijuelos”, que es muy probable que corresponda hoy a la finca Casa Blanca. Bibiya.
Los pertenecientes al Arma de Caballería se sienten deudores y agradecidos al general. En Valladolid una calle lleva su nombre y no estaría demás que donde falleció tan tragicamente se le pudiera recordar, así como en Huévar, población a la que ha seguido vinculada la familia de su esposa.

Publicado por La Mesa de los Notables.