Por Carlos Salgado Álvarez (Heralder).
El
actual presidente de la Junta de Andalucía, D. Juan Manuel Moreno Bonilla, ha
tratado de suplir lo que es, a simple vista, un emblema sin alma y muy
mejorable. Le ha añadido la corona real (la rematada con una cruz sobre un orbe
o mundo) y ramas de laurel. Finalmente estos cambios se han plasmado en una
variante destinada a la presidencia. El resultado, salta a la vista, no es muy
notable.
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El
presidente andaluz ha recibido un aluvión de críticas de la izquierda y, en mi
opinión, tampoco ha acertado con esta iniciativa desde una óptica opuesta a la
de sus detractores. Creo que el Sr. Moreno se equivoca. Andalucía cuenta con
elementos capaces de reflejar mejor, la belleza y la identidad presentes en
esta región, que es profundamente mariana. Atributos le sobran en su historia y
costumbres, indiscutible y eminentemente cristianas que han hecho innecesarias
las señas de identidad inventadas durante el periodo contemporáneo. Sin
embargo, sus raíces no están enlazadas con un supuesto pasado islámico a pesar
de los esfuerzos por promover esta falsedad. Es obvio que Al-Ándalus fue la
Península bajo dominio islámico y aunque es cierto que ha dejado posos
culturales, no lo es menos que no son herederos suyos ni los andaluces ni el
resto de los españoles.
En
el escudo, que en realidad es un emblema ya que no se ajusta a criterios
heráldicos, la figura central es Hércules/Heracles. El personaje mitológico
griego al que se le asocian dos
columnas, que marcaban el final del mundo conocido en la antigüedad. En
época posterior Cádiz, por razones obvias, adoptó este personaje y sus columnas
en sus símbolos. Arbitrariamente se asignó al conjunto la insignia de una
parte.
El
lema, incluido también en el escudo ‘Andalucía por Sí, para España y la
Humanidad’, donde “juega un papel fundamental el uso del término Humanidad’
carece de tradición. El uso de esta expresión no es realista, a la vista del
peso e influencia que esta la región ha venido ejerciendo en el mundo durante
sus ya cuarenta años de autonomía. Por otro lado, los desastres provocados por
los totalitarismos del siglo XX, por cierto abiertamente anticristianos, y la
creciente confusión y crisis de las primeras décadas del descristianizado siglo
actual, no dejan en buen lugar los designios redentores de raíz humana.
Blas
Infante (q.e.p.d.) impulsó la creación del Centro Andaluz (1916), que organizaría la Asamblea de Ronda de 1918, y
fundaría la revista Andalucía (1916), órgano de difusión de las ideas
promovidas por su círculo. Se eligió Ronda al ser punto estratégico para las
comunicaciones de la época en Andalucía.
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Los
datos más antiguos que se tienen con relación a la bandera de Andalucía, con
una disposición muy similar a la actual, es la muy popular bandera que existió
durante el imperio de Al Mutasim de la taifa de Almería del año 1051 d. C. Se
ha afirmado que al ser una bandera de una taifa no se podía tomar para toda
Andalucía. En la web de la Junta se afirma de ella: sus colores evocan
tonalidades del paisaje andaluz, al tiempo que simbolizan los valores de la pureza
y la esperanza en el futuro. Dejando las tonalidades a un lado, los valores
propugnados no pueden concretarse en nada. Lo impiden dos factores: el agresivo
y excluyente relativismo dominante y la decadencia, ya palpable, en que se han
sumido todas las sociedades occidentales.
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Los
cuatro reinos de Andalucía es la denominación conjunta que recibían antaño los
cuatro reinos de la Corona de Castilla situados en el mediodía peninsular, al
sur de Sierra Morena. Por orden de conquista, estos cuatro territorios fueron:
el Reino de Córdoba (1236), el Reino de Jaén (1246), el Reino de Sevilla (1248)
y el Reino de Granada (1492). Y una figura clave en la conformación de la
identidad andaluza es, sin ningún género de dudas, el rey Fernando III el Santo
de Castilla.
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Los
símbolos realmente históricos de los andaluces: El pendón de S. Fernando en la
conquista de Sevilla y su figura en el pendón de la ciudad.
Emblemas
tradicionales y de naturaleza heráldica de Córdoba, Jaén (descargado de
castillos y leones salvo en la bordura) y Granada.
Un
escudo para la región andaluza, independiente de la existencia o no de
autonomía. Integrando en su blasón la heráldica de los cuatro reinos
castellanos (en algún caso simplificada) y los compones de la Corona de
Castilla en su parte exterior. Se añaden el Sagrado Corazón de Jesús y el
Inmaculado de María. España, reino consagrado al primero en 1919 y Andalucía
región entregada al segundo. También destaca el Santo Rostro de Jaén.
Bandera
andaluza con los emblemas históricos y el modelo propuesto para el guión de
proclamaciones y festejos.
Publicado
por La Mesa de los Notables.
